viernes, 6 de marzo de 2009

DESPUES DE 25 AÑOS OTRA FINAL DE COPA ENTRE CULES Y LEONES. LA FUERZA ATAVICA Y ANIMAL DEL DENOSTADO FUTBOL. UNA VALVULA DE ESCAPE.LE COMIERON EL RABO


Llaman la Catedral al campo del Atlhetic.
Será porque son muy religiosos. Y por encima de todos los curas para/violentos locales que legitiman al terrorismo.
Y en tiempos de crisis económica -que ataca menos a la rica tierra vasca- que mejor que montar todo un "recibimiento" cultural/antropológico de primera a los sevillistas.
Porque necesitamos identificarnos con algo. Con algún símbolo.
Diluirnos en la masa.
Gritar cabrón al hombre de negro.
Y que le han comido el rabo al oscuro abogado porque antes este profetizo que lo haría con el apéndice del león vizcaíno.
El fútbol como una terapia.
La cultura del insulto. De lo escatológico. De lo pornográfico. De lo gastronómico.
Si luego los hinchas se van a su casa y no apedrean al autobús del equipo rival pues no veo mal que se desfoguen en el campo. Que luego los aguantan sus mujeres si llegan bebido es cosa de ellas. El domingo el día de la mujer sufridora. Curro en casa y en el curro laboral.
En Hellín actos y actuaciones para conmemorar una efemeride a extinguir pero necesaria todavía. Y fotografías del taller de la Universidad Popular de reflex. En la cutre Casa de la (In) Cultura.
Yo hace años que no piso un estadio. Lo confieso.
No me gusto nunca el ambiente.
Ni el de las canchas de basket mi deporte predilecto.
Prefiero la tranquilidad y en silencio por ejemplo de la excelente biblioteca de las Corts desde donde estoy ahora escribiendo esta reflexión sobre el deporte. Ni una mosca. Dividida por áreas separadas.
O la paz de una buena sala de conciertos.
Este lunes 9 me acerco al Palau de la Música de Barcelona. A la butaca que he apadrinado por su centenario. A oír, escuchar y ver a la Sinfónica de Galicia con el catalán Antoni Ros Marba al frente.
Eso es civilización. Lo otro etnografía urbana necesaria pero muy animal y primaria.
Confieso que vi el match.
Me gusta el balonpie pero con mesura.
Pero cuando empiezan a darse patadas cambio el canal. Muy raro que aguante un encuentro entero. Me aburro.
O me voy a la cama.
Si tengo a mano una buena peli la pongo.
Les recomiendo El Imperio de los sentidos de Oshima.
X, guarra, porno, asquerosa. Pues no. Una obra maestra. Una obra de arte.
Extraordinaria historia de amor.
Rodada en 1.976. La habré visionado una docena de veces. Y no me cansa nunca.
Lo físico puede ser artístico. El coito. La penetración. Hasta la felación. Ese huevo o ese pájaro. Ese cuerpo maravilloso de Sara. Y al final la castración del macho.
Siempre estamos solos.
Aunque estemos rodeados de decenas de miles de personas en una cancha.
Cultura y civilización. Barbarie y genocidio ¡Cuanta razón tenia y tiene el psicoanalista vienes al que intentarón enterrar los conductistas!
Somos amor y muerte. Instintos. Pulsiones. Y la sociedad sobrevive porque reprime lo primario del homo sapiens y lo encuaza. Sublima lo malo y perverso del hombre. Y eso es la civilización y la cultura. Y su máxima expresión que es el arte. Y por encima de todo y todos Juan Sebastian Bach. La cima del intelecto humano ¿O no?
BCN a 6 de Marzo de 2.009

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