martes, 6 de marzo de 2012

OCTAVIO DE JUAN VIOLA DEL PRESTIGIOSO CUARTETO ALMUS EL PROXIMO 13 DE MARZO A LAS 18 H Y A LAS 19H 30 EN EL CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MUSICA "GUITARRISTA JOSE TOMAS" DE ALICANTE DISERTARA SOBRE MUSICA CLASICA Y PINTURA Y CEREBRO. YA EXPERIMENTE EN EL CENTRO PATRAÑA DE MURCIA HACE UNAS SEMANAS EL IMPACTO DEL OPUS 131 DE BEETHOVEN MIENTRAS PUNTUABA CUADROS DIVERSOS. YO QUE SOY AGNOSTICO LUTERANO Y ATEO CALVINISTA CREO EN LA CAPACIDAD TERAPEUTICA SOBRE NUESTRA ALMA DE LOS GRANDES COMPOSITORES PORQUE A MI SUS OBRAS ME HAN AYUDADO Y ME AYUDAN A SER MAS FELIZ Y ME ACOMPAÑAN SIEMPRE EN MI SOLEDAD BUSCADA



Octavio de Juan Ayala, viola del cuarteto Almus y profesor del Conservatorio Profesional José Tomás de Alicante, ha cambiado el frac por la bata blanca y aunque es incapaz de dejarse la música, se ha embarcado con éxito en la actividad investigadora: estudiar el comportamiento del cerebro ante estímulos musicales y pictóricos. Un trabajo que le ha llevado a acuñar el término 'pictomusicadelfía', ya incluido en wikipedia -«el hermanamiento entre la música y la pintura a través del análisis de los recursos técnicos y expresivos», lo define su autor- y que se ha ganado un capítulo en el libro 'Neuroestética', que el próximo jueves se presenta en la reunión anual de la Sociedad de Española de Neurología, en Barcelona.
Múltiples aplicaciones
Lo que era el fin del trabajo de investigación, la presentación en la Universidad de Murcia de la tesis doctoral con mención europea (en alemán) 'La interrelación música-pintura: un análisis comparativo actualizado de sus principales fundamentos técnicos y expresivos' y calificada de cum laude, se ha convertido en un apasionante comienzo.
Un concienzudo trabajo, en el que han colaborado los profesores Campos Bueno, de la Universidad Complutense, Pedro Montoya, de la Universidad de Palma, y que ha supervisado el prestigioso neuropsicólogo Niels Birbauemer, de la Universidad de Tübingen, con el que han llegado a la «sorpresiva conclusión teórica, aún en fase de corroboración científica, de que hay una interacción entre estímulos contrapuestos en diferentes zonas cerebrales, de manera que no sólo interaccionan sino que en el cerebro hay unos que se imponen sobre otros. El cerebro establece una especie de jerarquía», cuenta De Juan Ayala. Al tiempo que han podido comprobar que «los estímulos musicales tienen un mayor poder afectivo que los pictóricos» y que la pintura agradable ejerce un efecto distractor sobre la música agradable, por lo que «lejos de potenciarse la agradibilidad, la reduce. Ya no sabemos si por razones fisiológicas, evolutivas, de supervivencia o puramente perceptivas». Una conclusión cuyo análisis nos podría llevar a afirmar que «morirse de gusto es prácticamente imposible», bromea De Juan Ayala.
Además, esta investigación que profundiza en el funcionamiento del cerebro, a través de electroencefalografía -mide la actividad de la corteza cerebral- y la resonancia magnética funcional -es la máquina más perfecta que ahora mismo existe para medir la actividad del sistema límbico (relacionado con la emoción)-, cuyo objetivo es «buscar los universales de la pintura y de la música», ha abierto el ámbito de trabajo a especialistas mundiales en la prevención y los primeros estadios del alzhéimer; a expertos en musicoterapia; también tiene aplicaciones a nivel de composición musical, «para que compositores e instrumentistas sean capaces de sugerir conscientemente las consecuencias emotivas o afectivas que puede acarrear el uso de un recurso técnico pictórico o musical u otro». Y, también tiene su posible aplicación en el campo de la psicología y la psiquiatría (psicología perceptiva y emocional), al tiempo que en el campo del marketing y la publicidad (cómo se relaciona el cerebro con el entorno que nos aborda), ya que piezas confeccionadas a medida podrían ayudar a favorecer estímulos positivos que mejoren el estado, por ejemplo, de personas que padecen depresión... «Además ayuda a comprendernos mejor».
-¿Esto no le restará magia al arte?
-El arte y la ciencia son inseparables desde siempre y cada vez más. Aunque descubriésemos cuáles son los mecanismos cerebrales, al final no sólo se valoran los resultados del cerebro ante los estímulos (obras de arte), sino también la estructura que lo hace posible (el cerebro mismo).
Pero emocionado en la búsqueda de los elementos universales de la pintura y la música, reconoce que «estamos sólo en un principio apasionante» que, junto a las resonancias magnéticas funcionales, se desarrollará con el proyecto 'Artyciencia: live experience'. Una serie de conciertos que este músico científico llevará a diferentes culturas (España, Japón, Nueva Zelanda, Marruecos, Canadá y Perú) con el fin de comprobar si los universales son los mismos y en el que contará con la colaboración de los espectadores.
Para dentro de un año, anuncia De Juan, sacará a la luz su libro sobre 'Pictomusicadelfía', que será «una especie de guía para aprender a gozar de las percepciones y emociones que nos rodean».
Hellín a 6 de Marzo de 2.012.

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