jueves, 3 de junio de 2010

LOS CLASICOS TAMBIEN PECAN LA ULTIMO DE FERNADO ARGENTA: UN GRAN COMUNICADOR JUBILADO CON ESE APELLIDO QUE LE HA MARCADO PARA BIEN Y PARA MAL.UN CLOWN


Hace años en el bello Casino de Albacete dio una conferencia Fernando Argenta ya prejubliado de la RTVE y pude saludarle personalmente.
Muy simpático y humano.
Nos hablo de su padre el mítico Ataulfo Argenta un director de orquesta de leyenda.
Fernando Argenta es un comunicador de raza brutal.
A mi personalmente me gusta mas un comentarista de música culta mas reposado y clásico pero reconozco que sigue haciendo una labor estupenda y se tiene que valorar el buen trabajo que hace Fernando Argenta en la difusión de lo que se esta quedando para un público aficionado cada vez más mayor y más envejecido.
Al final escuchar una sinfonía de Beethoven como la excelente Heroica que nos ofreció la OSRM en el Villegas hace unas semanas es una experiencia que requiere disciplina, silencio y respeto y eso no abunda en nuestra sociedad actual tal gamberra y ruidosa. 50 minutos intensos e irrepetibles esta memorable Tercera beethoveniana porque cada interpretación es diferente aunque la sala, la formación musical y el director sean los mismos.
Ese día fui por cierto muy tocado al Villegas. Me pudo mas mi admiración y pasión por mi tocayo sordo genial que mi mal estado físico y hasta psíquico ese mala jornada personal. Me compensó el titánico esfuerzo que hice por estar in situ en mi localidad porque salí con las pilas cargadas de espiritualidad para unas semanas y eso no tiene precio.
Un buen aficionado como un buen músico no se improvisa. Se forma después de años y años de acudir a conciertos y de poder comparar orquestas y solistas.
Yo ya llevo unos 30 años yendo primero al escultórico y monumental Palau de la Música de Barcelona con mis entonces juveniles 20 tacos y ahora ya tres temporadas seguidas sentándome en el imponente Auditorio Victor Villegas de Murcia.
Uno busca tranquilidad y emoción cuando va a los conciertos sinfónicos.
Y conoce buena gente melómana humilde y que se sacrifica y que renuncia a otras cosas por disfrutar de su pasión por la buena música sinfónica culta.
De manera anónima somos los que vamos de manera constante y hasta obsesiva a las salas de conciertos tan magnificas como las que contamos ahora en toda España los que mantenemos con nuestra presencia este mundo artístico que sino a extinguir si que repito no se renueva generacionalmente hablando.
Yo no soy un melómano pero si un buen aficionado.
Mientras Dios me de fuerzas y la economía me lo permita seguiré a lo mio porque la música culta alimenta mi agnóstica alma y da sentido a mi mediocre vida y me proporciona muchas satisfacciones.
Hellín a 3 de Junio de 2.010.

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