Saben de mi debilidad por el ampurdanés.
Narrador excelso de viajes, comidas, paisajes, personajes y tantas cosas más.
Muy vigente.
La Web de su Fundación y una específica de su obra maestra nos proporcionan información abundante de este universal escritor catalán y español.
Curiosa la pagina digital del CUADERNO GRIS porque coincidiendo con el 90 aniversario de la escritura de su memorable dietario cada día se nos ofrece lo que el bueno –o malo, muy misógino amigas feministas subvencionadas o no- de Josep iba anotando con esa sencillez y facilidad insultante que a mi personalmente tanto me abruma, y porque no decirlo me da tanta sana envidia.
La prodigiosa Barcelona de finales de la segunda década del siglo XX y en concreto 1.918, año que finalizaba sus estudios de Derecho. Toma anotaciones a modo de un dietario que luego ira reelaborando hasta culminar en 1.966 con la publicación de El cuaderno gris, 48 años después. Tenía 21 años cuando lo empezó y 69 cuando vio la luz editorial.
Un estudiante, por cierto, a la fuerza que ya hacia sus pinitos periodísticos.
Una carrera tan exigente y humanística como es la de leyes y más entonces con un Derecho Romano tan exigente, obligó a nuestro joven a disciplinarse y hacer de la claridad, concisión y hasta de la vehemencia una norma fundamental de obligado cumplimiento si quería destacar, él que no venia de un bufete familiar, en tan selecto reducto burgués.
Pero como escribía para aspirar a vivir de ello encontró en la columna diaria su modus vivendi ideal.
No pensemos que el periodista de articulo todas las jornadas se limita a ponerse delante del ordenador –ahora, antes cuartilla- y en un par de horas realizar una tarea que le permite vivir cómodamente, en el caso de aquellos que son profesionales, sino por el contrario lo que ustedes leen o no, es fruto en muchos casos de la desesperación, impotencia, frustración y miedo a dejar en blanco la pantalla del ordenador, ahora, antes de la cuartilla, y solo dedicándole mucho tiempo a repasar, pulir, ordenar, eliminar las dichosas palabras se puede conseguir algo decente, leíble y en mi particular caso, legible, ya que reconozco que soy propenso a no ser entendido y si seguido, tal vez, con el vano objeto, de poder desentrañar que demonios quiero decir.
No podía dejar de referirme a lo tarde que descubrí a Josep Pla.
Si han seguido mis referencias al hijo de Palafrugell pues saben que fue por casualidad como en una sección de ocasión de unos grandes almacenes en la monumental Córdoba, entre otros excelentes libros de Ancora y Delfín, compre a un precio ridículo un CUADERNO GRIS que siempre llevo conmigo junto al DICCIONARIO PLA de su gran experto, Don Valentín Puig, excelente columnista que ustedes pueden leer cada día en el ABC.
El viejo Pla que acabo sus últimos años en el mas familiar. En Llofriu. Rodeado de libros. Su masía se convirtió en un lugar de peregrinación de periodistas que deseaban disfrutar de un excepcional conversador lleno de sabiduría y mala uva.
Decían que apenas se lavaba ya. Salvador Pániker le hizo una memorable entrevista en 1.965 para LA VANGUARDIA que les recomiendo. Si pueden ver el AL FONDO que el gran Joaquín Soler Serrano redondeo con el personaje, como siempre hacía, pues verán como no voy descaminado en mis apreciaciones.
90 años después de su escritura bien merece el antinacionalista pero muy de su país, su pequeño pero aún bellísimo país, el empurdanet, Josep Pla, un no ya homenaje sino más bien un interesado recuerdo de que viajando y conociendo otros sitios y a otras personas nos inmunizamos de ese tan peligroso virus que es el nacionalismo.
Hellín a 21 de Julio de 2008
Narrador excelso de viajes, comidas, paisajes, personajes y tantas cosas más.
Muy vigente.
La Web de su Fundación y una específica de su obra maestra nos proporcionan información abundante de este universal escritor catalán y español.
Curiosa la pagina digital del CUADERNO GRIS porque coincidiendo con el 90 aniversario de la escritura de su memorable dietario cada día se nos ofrece lo que el bueno –o malo, muy misógino amigas feministas subvencionadas o no- de Josep iba anotando con esa sencillez y facilidad insultante que a mi personalmente tanto me abruma, y porque no decirlo me da tanta sana envidia.
La prodigiosa Barcelona de finales de la segunda década del siglo XX y en concreto 1.918, año que finalizaba sus estudios de Derecho. Toma anotaciones a modo de un dietario que luego ira reelaborando hasta culminar en 1.966 con la publicación de El cuaderno gris, 48 años después. Tenía 21 años cuando lo empezó y 69 cuando vio la luz editorial.
Un estudiante, por cierto, a la fuerza que ya hacia sus pinitos periodísticos.
Una carrera tan exigente y humanística como es la de leyes y más entonces con un Derecho Romano tan exigente, obligó a nuestro joven a disciplinarse y hacer de la claridad, concisión y hasta de la vehemencia una norma fundamental de obligado cumplimiento si quería destacar, él que no venia de un bufete familiar, en tan selecto reducto burgués.
Pero como escribía para aspirar a vivir de ello encontró en la columna diaria su modus vivendi ideal.
No pensemos que el periodista de articulo todas las jornadas se limita a ponerse delante del ordenador –ahora, antes cuartilla- y en un par de horas realizar una tarea que le permite vivir cómodamente, en el caso de aquellos que son profesionales, sino por el contrario lo que ustedes leen o no, es fruto en muchos casos de la desesperación, impotencia, frustración y miedo a dejar en blanco la pantalla del ordenador, ahora, antes de la cuartilla, y solo dedicándole mucho tiempo a repasar, pulir, ordenar, eliminar las dichosas palabras se puede conseguir algo decente, leíble y en mi particular caso, legible, ya que reconozco que soy propenso a no ser entendido y si seguido, tal vez, con el vano objeto, de poder desentrañar que demonios quiero decir.
No podía dejar de referirme a lo tarde que descubrí a Josep Pla.
Si han seguido mis referencias al hijo de Palafrugell pues saben que fue por casualidad como en una sección de ocasión de unos grandes almacenes en la monumental Córdoba, entre otros excelentes libros de Ancora y Delfín, compre a un precio ridículo un CUADERNO GRIS que siempre llevo conmigo junto al DICCIONARIO PLA de su gran experto, Don Valentín Puig, excelente columnista que ustedes pueden leer cada día en el ABC.
El viejo Pla que acabo sus últimos años en el mas familiar. En Llofriu. Rodeado de libros. Su masía se convirtió en un lugar de peregrinación de periodistas que deseaban disfrutar de un excepcional conversador lleno de sabiduría y mala uva.
Decían que apenas se lavaba ya. Salvador Pániker le hizo una memorable entrevista en 1.965 para LA VANGUARDIA que les recomiendo. Si pueden ver el AL FONDO que el gran Joaquín Soler Serrano redondeo con el personaje, como siempre hacía, pues verán como no voy descaminado en mis apreciaciones.
90 años después de su escritura bien merece el antinacionalista pero muy de su país, su pequeño pero aún bellísimo país, el empurdanet, Josep Pla, un no ya homenaje sino más bien un interesado recuerdo de que viajando y conociendo otros sitios y a otras personas nos inmunizamos de ese tan peligroso virus que es el nacionalismo.
Hellín a 21 de Julio de 2008
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