jueves, 31 de julio de 2008

UNA ILUSIONANTE OFERTA DE ESCUELA GASTRONÓMICA Y RESTAURADORA EN HELLÍN AL CAER

De vuelta de la Casa de la Cultura donde ojea uno la prensa nacional y provincial y local sin mucho entusiasmo debo confesar -palos a la Cospe hasta en el periódico del grupo VOCENTO- me encuentro con una persona de largo recorrido en el mundo de la restauración nacional e internacional.

Quiere y lo va a conseguir crear una Escuela Privada de Gastronomía en Hellín aprovechando su larga experiencia en el sector.

Y esperaremos si me llaman a su mise en escene y ya les contare como lo veo y como lo siento el nuevo e ilusionante proyecto.

Muy bien situada esta población cuenta ya en el buen manjar provincial y hasta regional pero un nuevo establecimiento con otro enfoque y pretensiones le viene de primera para la necesaria dinamización de la alicaida vida económica hellinera.

La gastronomía selecta mueve mucho.

Te gastas menos comiendo una vez cada trimestre en un buen restaurante que picando todos los días dentro o fuera de casa.

Por lo menos yo me lo planteo así.

Debo reconocer mi debilidad por la buena cocina manchega y murciana.

Que quieren que les diga, donde se ponga unos buenos gazpachos o un buen arroz con caracoles serranos de la zona de segundo se quiten tantas majaderias que si me gustan, en cambio, de entrante o aperitivo porque la cocina de fantasía me abre el apetito y el guiso me sacia mi voluminoso estomago, ahora sometido a la implacable disciplina de un espartano régimen.

Los caldos de Albacete excelentes.

Y los de Hellín.

Bodegas Cantó pionera y modélica y su vinateca de la Carretera de Jaén toda una tentación a muy buen precio.

No deben hacerme caso estos buenos profesionales que se van a dejar dinero y trabajo en intentar sacar adelante esta nueva apuesta empresarial en Hellín pero yo pondría un cava brut suave, fresco, de aperitivo el día de la presentación.

Y un buen vino dulce monastrel a los postres.

Blancos y tintos y rosados son de primera los que nos ofrecen las denominaciónes de Jumilla y La Mancha.

Perdonen mi petulancia y atrevimiento.

Decía mi admirado Josep Pla que somos lo que comemos.

Lo que hemos comido.

Yo apuntaria que por encima de todo, donde lo hemos comido.

Fue en septiembre del año pasado. Les publique dos entregas de mi recorrido iniciatico por el empurdanet. Palafrugell, Calella, acabando en el Parador Nacional de Aigua Blava. Todo el comedor para mí. Un bello pino no me tapaba las excepcionales vistas de la bravía y bellisima Costa Brava.

Un delicioso pollo de corral con langosta roja llegó a mi privilegiada mesa pero pesaba más en mi la contemplación del paisaje a través de los ventanales con veleros al fondo, la mar tan quieta y azul penetrante y esa luz tan difícil de describir por un mal escritor como yo.

Toda una experiencia visual, poética, gastronómica y cultural porque todo lo refinado y creativo y pacifico,es cultura, amigos.

Hellín a 31 de Julio de 2.008

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