domingo, 28 de noviembre de 2010

DE VEZ EN CUANDO ESTE MODESTO AFICIONADO A LA MUSICA SINFONICA ENCUENTRA A UN GENIO: VIRGINIA MARTINEZ ES UNA DIRECTORA DE ORQUESTA IMPRESIONANTE


De verdad memorable esta Heroica que he vivido este domingo en un Villegas con una gran entrada.
La velada se lo merecía porque una Egmont y un concierto de trompeta de Haydn como primera parte no se puede perder por nada del mundo.
Luis Saúl Rubio el solista ha estado segurisimo y solo al final ha flaqueado pero muy poco. Excelente este trompeta.
Virginia Martínez no se anda por las ramas.
Hace unos días comentaba su Segunda de Mendelssohn en Molina de Segura su pueblo de nacimiento.
Ha sido lo mejor que le he escuchado a la OSRM desde que la sigo -unos cuatro años- la larga sinfonía inicial de esta obra tan ambiciosa que bordó la ilustre y eminente molinense.
Hoy teníamos la Tercera de Beethoven para finalizar el concierto.
Bastante mas larga que la Quinta e igualmente violenta y salvaje. Repito violenta y salvaje por si quedan dudas de lo que me parecen estas dos sinfonías tan excepcionales.
Con Beethoven no caben medias tintas.
O te vuelcas y lo interpretas de manera excesiva y hasta brutal o quedate en tu casa viendo la tele.
Los mencionados rumanos de la Orquesta Filarmonica de Bacau nos ofrecieron en el magnifico Auditorio del Palacio de Congresos de Albacete hace unas semanas una Quinta desmesurada y antológica. Trágica y romantica.
Músicos hechos y raciales. Fabulosos estos rumanos.
Profesionales y virtuosos. Únicos e irrepetibles. Geniales estos rumanos.
La Orquesta de Jovenes de la Región de Murcia ha estado soberbia hoy.
Vale que se despistan sus integrantes sobre el escenario -no estaría mal la presencia de un asistente que les colocara las partituras y las sillas- pero lo compensan con su disciplina y entrega y muy buen hacer.
Visten con elegancia y uniformidad casi marcial estos muchachos. Me gustan las fajas que llevan las chicas que encima van todas con pantalón. Parecen de verdad una orquesta sinfónica.
Lo de Virginia Martínez es caso aparte. Transmite una exageración. Tiene muchisimo carisma. Conecta con el público de manera extraordinaria.
En Alemania o Austria -se graduó en dirección orquestal en Viena con calificación de Matricula de Honor con mención especial- esta artista ya dispondría de una orquesta sinfónica profesional de nivel a sus ordenes.
No se explica como esta batuta excepcional todavía no conduce una orquesta de estas caracteristicas en España de la que fuera titular.
Ha sacado petróleo Virginia Martínez de estos músicos jóvenes esta noche.
Dirán que tiene una mujer directora de orquesta frente a un varón.
Primero que es mujer y por lo tanto que nadie como ellas -las mujeres- saben mover los brazos y las manos y hasta el cuerpo.
Si encima es una persona elegante -le quedaba de coña el vestido negro- pues por lo menos a mi me cautiva y hasta me hechiza una directora de orquesta porque es que encima en 30 años acudiendo a conciertos solo he presenciado dos de ellos dirigidos por una mujer y esta es Virginia Martínez.
Pero hablemos de música y no de modélitos o poses o gestos.
La Quinta de Beethoven empieza con un larguisimo movimiento de unos 20 minutos que es intensisimo y devastador. El Allegro con Brio es apoteósico. Una sinfonía en sí.
Luego viene la celebérrima Marcha Fúnebre que con sus 15 minutos se nos hace mucho mas largo que el movimiento anterior. Todo solemnidad y belleza.
El Scherzo es brevisimo. 5 minutos.
El Finales otros 15 minutos.
Nos vamos a 55 minutos mas o menos en total lo que es una exageración para una sinfonía del siglo XIX.
Virginia marca magistralmente cada movimiento.
Nos deja descansar unos segundos lo que agradecemos los melómanos y los componentes de la esforzada orquesta y luego vuelve a la carga con fuerza descomunal,
Beethoven es el mas gigantesco sinfonista de todos los tiempos.
Culmina lo que creo Hadyn y Mozart elevó al cubo.
Que se espabile quien se tenga que espabilar y que podamos tener a Virginia Martínez entre nosotros en Murcia y España por una larga temporada.
Que no se tenga que ir por falta de apoyo institucional y de futuro profesional.
Se lo merece todo.
Enhorabuena Virginia y a seguir contra viento y marea.
Conseguiras el reconocimiento que debes y mereces tener por tu excelente preparación y entrega y ojala que sea en nuestra nación.
Hellín a 28 de Noviembre de 2.010.

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