De 1.955 Atrapa a un ladrón contiene ese antológico y chulesco beso que le da a un sorprendido Cary Grant una bellisima y elegantisima Grace Kelly a las puertas de la habitación de su hotel.
Hacían buena química el actor ingles y la actriz de Filadelfia.
Curioso que este filme menor pero muy bien acabado de Alfred Hitchcock este rodado una buena parte en la Costa Azul francesa y la otra mitad en los estudios americanos de la Paramount.
Todo encaja a la perfección sin embargo en Atrapa a un ladrón.
El genial realizador ingles tenia en su cabeza cada una de las películas que filmaba y luego encajaba las piezas de manera artesana. Solo el sabia encajarlas. Solo el.
Solo sabia el encajarlas, insisto, y eso le permitia que el productor sabedor de como se las gastaba el irascible Hitch no tuviera la tentación de intentar intervenir en sus cintas a riesgo de quedarse con miles de metros de celuloide inservible e inútil incapaz de montar ni con el mejor editor del planeta.
Volviendo a este notable Atrapa a un ladrón me gusta mucho la secuencia de esos Juegos Artificiales que estallan en la lejana bahia mientras hacen el amor nuestros dos hermosos protagonistas.
Nadie como Don Alfredo ha sabido filmar los besos y las caricias entre dos amantes.
Nadie como Don Alfredo ha sabido vestir mejor a sus actrices y de entre todas a su idolatrada Grace Kelly.
Hitchcock fue un director inteligente y pragmático.
Si sus películas no tenían éxito el no podía seguir en la profesión por la ley del mercado.
El cine es una industria y muy cara.
Puede ser arte pero es básicamente entretenimiento y distracción y evasión. Si una película no gana dinero el realizador que se vaya despidiendo en Estados Unidos de seguir ejerciendo su competitiva y dificil profesión.
Que mejor evasión que disfrutar con un ángel tan bien maquillado y vestido como es siempre el fabuloso Cary Grant.
O que mayor gozo para los ojos que una princesa como Grace Kelly tan celestial, atractiva y glamurosa.
La cara de Cary cuando le dice su querida Grace que su mami se va a instalar en la maravillosa villa campestre de ex ladrón de joyas es memorable.
Don Alfredo por algo junto a su admiradisimo Luis Buñuel ha sido el mayor representante del cinema de la crueldad.
Con lo que bien que vivia este solterón solo degustando los sabrosos platos que le prepara su cocinera ex estranguladora de nazis. Hitchcock siempre tan guasón y tan caustico. Que sentido del humor tan envidiable tenia siempre Don Alfredo. Y tan cruel reitero.
Hellín a 21 de Diciembre de 2.010.
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