Alfredo Landa emprende un largo viaje de 500 Kilómetros solo porque le ha fallado la amiga y quiere matar las 60 horas de un largo puente.
Es un mecánico del montón.
Su vida es la de un soltero cuarentón.
Busca ligar y no complicarse la vida.
La España seca y rural -el paisaje duro y correoso- es lo que mas nos impacta de esta bienintencionada película que encuentro honesta e imposible.
La idea de cambio social ha sido subir nuestro nivel de vida.
Poder vivir mejor.
Mas años.
El capitalismo ha triunfado frente al socialismo porque este ultimo es una estafa.
En el solo viven muy bien los dirigentes.
A cambio el sistema económico capitalista crea exclusión. Marginación.
Pero marginados y mucho mas existen en los regímenes totalitarios socialistas -pocos ya por suerte- que aspiran al comunismo. Lo que pasa es que no salen en los medios estatales sus detritus sociales. Por la censura.
Juan Antonio Bardem es un buen realizador que entiende el cine como una arma cultural para transformar la realidad.
Se equivoca porque ya dijo Marx en el siglo XIX que son las fuerzas productivas y las relaciones que se derivan de ellas las que modifican la sociedad.
Queda de El Puente la constatación por enésima vez que los actores españoles del último franquismo eran esplendidos.
Magníficos. Grandes profesionales.
Otro realidad lamentable es la condición de marginados a fecha de hoy de no pocos braceros que viven de la caridad de los señoritos andaluces, extremeños y castellanomanchegos. Señoritos 34 años después de muertos el dictador pero de izquierdas. Sí en el 2.009.
En eso ha fallado el bueno de Juan.
Las tres c -cambiar casa, compañera y coche- han podido con la ideología que propugna la solidaridad y la igualdad.
Alfredo Landa esta muy bien en su papel.
No evoluciona y por eso el filme se ve con agrado. Siempre sera el. No toma consciencia de su alienación de clase porque es un trabajador y punto y como se ha demostrado nuestra democracia actual y el sistema económico que valida -la economía social de mercado- es el menos malo y mas si lo comparamos con lo que nos ofrecen nuestras viejas referencias a las que tanto alabábamos en nuestra tierna e inmadura juventud.
Lamentable Cuba. Terrorífica China. Espeluznante Corea del Norte. Y catastrófico en lo que pueda devenir Venezuela, Ecuador y Guatemala.
Aspiramos a vivir bien. Repito cansino. A que nos exploten lo menos posible. A disfrutar.
Un aprobado alto a El Puente.
Hellín a 24 de Agosto de 2.009
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