lunes, 4 de octubre de 2010

EL GENIAL ROBERT BRESSON CONSIGUIO UNA OBRA MAESTRA. SU DIARIO DE UN CURA RURAL ES MUY SUPERIOR A LA EXCELENTE NOVELA DE BERNANOS ¡QUE PELICULA!


Emotiva y maravillosa.
Trascendente y mágica.
Perfecta y redonda.
Bresson rueda en 1.950 esta versión de la novela de Georges Bernanos que me gusta mucho por cierto pero uno cae derrotado ante semejante obrón de arte que el filme del maestro francés.
Tenía 49 años. Era su cuarta película. Dos horas inolvidables.
Voy revalorizando a Robert Bresson a medida que reviso su filmografia tan escasa como genial.
No me parece ya tan alejado artisticamente del maestro de maestros que fue Dreyer.
Tal vez sea algo mas humano -católico- Bresson y mas seco y espartano y calvinista Dreyer.
Debería volver a ver los filmes del danés. Ambos realizadores son excepcionales. Fueron además artistas rigurosos y ejemplares. Nunca se prostituyeron. Nunca.
Como no emocionarse ante la lenta agonía de este curita de pueblo que padece un cáncer de estomago resultado de haberse engendrado en el cuerpo seguramente de una borracha y de llevar sangre también de un padre alcohólico y de necesitar del vino para poder vivir.
La fotografía es celestial y los paisajes bellisimos y la cámara se mueve con elegancia y hasta con discreción y con muchísimo pudor.
Una lección de cine este Diario de un cura rural o de campaña.
Un 10 porque no le puedo dar un 20.
Ideal para estas tardes de Otoño tan hermosas y deprimentes.
Peñíscola a 4 de Octubre de 2.010.

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