Mientras esperaba este sábado pasado que comenzara la función desde el Metropolitan Opera House en ese desapacible y feo centro comercial albaceteño tal mal comunicado y señalizado si vienes de Murcia me di un voltio por una cadena muy conocida de informática y demás historias.
Ventajas de ser single. Vas a tu bola.
Una práctica radio digital pequeña para el aseo y la habitación donde duermo para poder escuchar Radio Clásica sin cables me había agenciado y como se sobraba un cuarto de hora repase los CD de música clásica de la enorme tienda.
Para mi sorpresa una MISA IN B MINOR de Bach por Karajan con la Schwarzkop.
No recordaba que tuviera nada de Bach por la divina Elisabeth.
En mi imposible cdteca si que esta la fabulosa versión que Karajan en 1.974 grabo de esta magna obra bachiana con su increible Berliner Philharnoniker.
Al revisar la modesta carátula de este sorprendente doble CD que les comento veo que es por la no menos legendaria Wien Philarmonia Orchestra y que data de ¡1.952!
Casi nada. Karajan y la Wien Philarmonia Orchestra. Casi nada.
A la vuelta a Hellín después de perderme por el polígono de Campollano -podían poner que Requena es también dirección Valencia collons- voy escuchando esta mega misa que es gigantesca y larguisima ya que dura dos horas.
Era sublime lo que salía del reproductor de mi modesto coreano.
El sonido lejano y hasta pésimo.
Es lo de menos amigos.
Lo que prevalece es el tempo y la ornamentación de la orquesta y como se cantaba antes.
Sin prisas y con el alma.
No puedo plasmar con palabras lo que se siento cuando escucho siempre a estos artistas de la voz pretéritos e inmortales. Los que yo llamo los 8 magnificos. 6 mujeres y dos hombres. Para que luego se me quejen las feministas subvencionadas o no.
Ahora existen cantantes cultos muy buenos pero no geniales salvo mi admirado Carlos Mena.
La insigne alto Marga Höffgen vive un Laudamus te memorable en esta joya discográfica imprescindible.
Alarga las silabas y la portentosa Wien Philarmonia Orchestra con un Karajan discreto y timido se limita a acompañar a la prodigiosa contralto.
A capella practicamente unos algo mas de 5 minutos irrepetibles sino fuera porque existe esta antológica grabación que nos permite conocer lo que conocieron en directo los melómanos de antaño.
Insisto ahora existen cantantes cultos excelentes y esplendidos. Muy buenos.
La prueba el extraordinario Boris Godunov que me acababa de deglutir en vivo y en directo desde Nueva York. Los cantantes insisto de primera.
Preciosismo y preciosismo.
Es la mayor diferencia que veo entre como se interpretaba antes y como se interpreta ahora el canto culto.
Otro aspecto la formación del cantante.
Ninguno de los mas grandes -mis 8 magnificos particulares para mi gusto personal- no dejó de cantar a Bach.
En Bach esta todo y cantarlo y bien te proporciona la mejor escuela que luego te permite cantar cualquier cosa que tenga calidad.
Que se lo digan a Dieskau ¡Que Bach cantaba con menos de 30 tacos el genial barítono alemán!
O a Wunderlich y sus emocionantisimos Bach que tanto reviso una y otra vez.
No les reinsisto mas porque no quiero cansarles. Y un consejo no me hagan ningún caso.
Hellín a 24 de octubre de 2.010.
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