martes, 3 de febrero de 2009

MIENTRAS ESCUCHO AL FABULOSO MILES DAVIS Y SU EXPRESIVA TROMPETA LES COMENTO LA BATALLA DE ARGEL:REVOLUCION E INVOLUCION. KIND OF BLUE UNA JOYA.



Kind of Blue es un álbum de Miles Davis. Se lo consiguen. Es muy fácil. Impresionante. Ya les hablare de el cuando pueda digerirlo en toda su inmensa extensión y dimensión musical.
La Batalla de Argel:
"La Batalla de Argel es una película italo-argelina de 1965, dirigida por Gillo Pontecorvo, en blanco y negro, basada en la guerra de Independencia de Argelia. La película, cuenta con una excelente fotografía en la que destacan las tomas de los rostros."
De nuevo un resumen perfecto de una pelicula mitica que nos llego tarde a los españoles.
Muerto el dictador militar.
Es irrepetible porque aunque sea hasta excelente -para mi gusto no es una obra maestra pero casi- lo que le da su carácter excepcional es que contó con todos los medios urbanos y humanos que generosamente el Gobierno argelino recién llegado después de la sangrienta independencia contra Francia puso a disposición de Gillo Pontecorvo.
Se repite la situación del cine soviético de los 20 con sus clásicos de los grandes directores rusos.
El Estado al servicio de la propaganda política y que mejor vehículo que el cinema.
Ahora la televisión es el actual come cocos.
Con la perspectiva de casi medio siglo vemos como las revoluciones sin libertad fracasan.
Si a eso unimos el factor religioso -de fanatismo- en el caso de Argelia el balance negativo.
Se liberaron del yugo de la colonia europea pero no han levantado cabeza a pesar de la enorme riqueza gaseistica de este país africano.
Veía con inquietud la magnifica y larga secuencia en la que tres musulmanas se acicalan al estilo occidental y colocan bombas asesinas en lugares de ocio de los odiados católicos franceses blancos.
Debe ser una ciudad fascinante Argel.
Su puerto y su barrio de calles estrechas e inhumanas.
Peligrosa me imagino.
Ennio Morricone esta vez muy efectivo con unos acordes de ¿tambores? obsesivos que nos presagian muerte.
Cuando la vimos en España en los setenta -en mi caso adolescente- nos emocionaba la lucha justa de los argelinos.
Ahora el desencanto.
Los países occidentales tuvieron que haber desarrollado estas naciones. Darles prosperidad. Y valores democráticos. Y luego irse.
De la expoliación y de la miseria solo se derivan fanatismo y más fanatismo. Una palabra repetida pero por desgracia vigente.
Un largo flashback al principio nos reconstruye las andanzas del FLN.
El filme esta muy bien rodado y mejor montado.
Es solido. Con un ritmo que no decae.
Aguanta el paso de los años. Deberían conocerlo las nuevas generaciones. Es un consejo de viejo.
Hellín a 3 de Febrero de 2.009

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