Arriba un contundente cartel de una campaña anti tabaco en Facebook. Desde Chile para todo el mundo. Una epidemia que debemos combatir pero sin volvernos como los fumadores. Libertad de que fumen. Pero intentar convencerlos. Difícil pero no imposible. Ganan ellos y nosotros. Nos conviene.
Me invitaron a unirme a Facebook no hace mucho.
Lo habían hecho previamente. Pero no me fiaba. Me parecía infantil.
Cuando me metí iba muy despistado al principio y poco a poco y al final te vas montando otro blog. Peculiar. Un diario con tus reflexiones no ya diarias sino instantáneas. Tu álbum de fotos. Creas tu perfil. Buscas conocidos y los encuentras. Viejos conocidos.
He intercambias puntos de vistas con un mogollón de personas.
Te apuntas a grupos de seguidores de la Bergman. Otro anti-tabaco. Otro dimisión ZP. Te haces fan de la tortilla de patatas si existe. Pro Javier Arenas. Así hasta el infinito.
Que quieres ponerte en contacto con personas con tu apellido pues se crea ese grupo. O te sumas a él.
Una mezcla de correo electrónico, mesenger, blog. Una red social.
Con unas posibilidades fabulosas.
Si se hablaba con razón de la blogosmanía ahora se lleva la facebookmanía.
Los partidos políticos han visto lo que mueve este nuevo medio de comunicación digital donde cualquiera puede entrar -siempre que te acepten como amigo o te inviten- y ya están luchando por hacerse un hueco.
Eso no es que le vaya mal a Facebook pero puede introducir el factor del sectarismo partidista de los militantes pero también darte la posibilidad de poder intercambiar opiniones con dirigentes y miembros de base. De momento participo en sus cuitas.
Imparable la Red con mayúsculas.
Que si un bloguero de Consuegra -excelente el Concejo que tienen en favoritos-, que si una de Guadalajara -mandame el enlace si me lees que lo he extraviado-, que si una de Barcelona.
Y encuentras cosas de mucha calidad. Y talento.
Animense. Que los inviten a unirse. Y esperemos vernos y respondernos. Por mi no quedara amigos.
Hellín a 8 de Febrero de 2.009
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