Ni la buena música de Dimitri Tiomkin puede salvar esta floja película mitificada por interpretaciones políticas que no veo personalmente tan claras.
Vale que se rodó en 1.952. Y que al guionista paso a engrosar la listas negras. Yo no veo alegoría ninguna de la persecución anticomunista de la época en esta historia tan simplona.
Gary Cooper esta demasiado envejecido para casarse con una pollita.
Katy Jurado esta magnífica.
Quiere todavía al maduro sheriff pero este ha preferido a una mujer blanca y tal vez con dinero pero mas limpio que el de su ex que regenta un bar de la pequeña localidad.
La cobardía impera en esta ciudad que tuvo ley pero ahora esta convulsa por la presencia de unos hermanos matones.
El corto metraje del filme -unos 80 minutos- coincide mas o menos con la llegada del tren que transporta al jefe de la banda a la estación.
A partir las 12 de la mañana empezara la carnicería.
Lo que mueve a nuestro protagonista es ajustar cuentas.
En el fondo sabe que solo liquidandolos podrá vivir tranquilo.
Es el instinto de supervivencia más que la honestidad el que prevalece.
Ni la fotografía en blanco y negro esta a la altura.
Fred Zinnemann es un austriaco que huyendo de Hitler -iba para violinista- acabó dirigiendo algunas buenas películas.
Julia me gusta mucho. Chacal no esta nada mal. De aqui a la eternidad es bastante buena y el revolcón de Burt con la maravillosa Deborah en la arena con las olas humedeciendolos es de antología.
Elegante pero algo frío y plano este realizador. Y el genero del oeste precisa intensidad y mucho virtuosismo.
Pasas un rato bueno con la cinta. Un aprobado raspado.
Hellín a 3 de Febrero de 2.009
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