Una copia deficiente pero los 80 minutos escasos de esta joya cinematográfica me han fascinado.
Porque es muy sincera.
Los personajes tienen consistencia.
Viven la vida y por eso actúan como actúan porque lo irracional le puede al intelecto.
Un maduro jurista bien instalado ve su burguesa vida truncada por el amor pasional y sexual hacia una joven veinteañera de extracción muy humilde.
Pero al final no se atreve a dejar a su mujer y se produce el dramón.
Recuerda Cynara al cine mudo del que bebe el gran King Vidor. Es que es de 1.932.
Porque lo visual es lo que importa en ella. Como se mueve la sutil cámara.
Y menos lo que pasa que esta por cierto muy bien contado.
La banda musical del fabuloso Alfred Newman. Tendré que revisarla porque me he enterado de ello mientras escribía estas reflexiones.
De 1.931 a 1.980 componiendo temas de películas ¡Que barbaridad!
Seguiremos con el mítico director tejano. Lo prometido es deuda hasta que la "sindescargas" y el nuevo canon para pagarle su tele a ZP nos lo impidan.
Hellín a 8 de mayo de 2.009
No hay comentarios:
Publicar un comentario