Con unos -7 grados es complicado jugar al fútbol. Es inhumano. Los jugadores llevan guantes, pantis, bufandas y dobles o triples camisetas.
El campo esta de coña debe tener calefacción el césped y las gradas están llenas y los aficionados gritan y gritan y cantan y cantan sin parar todo el partido.
El denostado fútbol es universal y gusta en todo el planeta.
El Barça o el Madrid tienen seguidores en todos los sitios.
El éxito del balonpie es que un deporte muy sencillo y que se puede jugar con solo una pelota y no requiere nada mas para empezar.
Ahora existen buenas instalaciones en casi todas las poblaciones de España.
Y el fútbol callejero que practicabamos de pequeños ya es un rémora salvo la presencia de hijos gamberros de padres gamberros en algunas calles como me pasaba a mi hasta que me cambie de domicilio.
Es un deporte el fútbol cuyas reglas apenas han cambiado.
Apenas tiene reglas comparado con mi deporte fetiche que es el baloncesto.
Es emocionante y el gol es el éxtasis orgásmico que lo preside.
Cuando ves jugar a Messi con esa rapidez de una ardilla humana y su quiebros y su obstinación por llevar el cuero -ya no son de cuero los balones pero yo lo sigo llamando el cuero al balón-hasta el fondo de la portería uno se reconcilia con el deporte rey. Es un artista esforzado el pibe de oro.
Todo un fenómeno sociológico el fútbol.
Al final empate y los rusos que se van contentos y felices.
Le pongo un pequeño vídeo de estos árabes retransmitiendo el partido y francamente salen los hombres y solo los hombres -solo salen hombres- totalmente occidentalizados y con traje y corbata y en platos televisivos espectaculares que dejan en mantilla a los españoles. Lo que no se ven mujeres repito. Y si sale alguna me imagino que no occidentalizas al estilo de nuestra admirada y exitosa Carbonero
Esa aparente modernidad luego no se corresponde con el islamismo pero eso seria tema para otra reflexión.
Hellín a 4 de Noviembre de 2.009
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