Escucho Juditha Triumphans un oratorio prodigioso de Antonio Vivaldi:
Música culta selecta profunda bellisima.
Soy hijo de unos obreros emigrantes y yo mismo un proletario pobre y sin estudios unversitarios.
Todos los días escucho horas y horas de música.
Sinfónica, de cámara, de jazz y jondo.
A veces buena copla.
El ruido eterno es un libro del critico musical Alex Ross que debe estar de coña:
Mi opinión no la de Alex Ross porque además no he leído su tratado todavía.
La música culta va siendo cada vez mas de elitista porque el seguidor cada vez es mayor y no tiene recambio.
Elitista no significa que sea para aristócratas burgueses como antes.
Personas de extracción baja y media somos muy aficionados y hacemos virguerias para acudir a buenos conciertos.
Yo mismo aplazando pagos y pidiendo adelantos bancarios a la espera de la extra para poder satisfacer mis caprichos musicales.
Quedan décadas para que la música culta entre en crisis de público.
Pero entrara.
Se puede frivolizar y hasta degradar.
Pero ya no sera lo mismo.
700/800 personas en silencio y con respeto viendo a una buena orquesta como la OSRM en el excelente Villegas eso es a extinguir. Por desgracia pero a extinguir.
Cada melómano que enferma o muere es uno menos que no es reemplazado por otro.
Es que es una filosofía de vida.
El respeto y la educación junto a la paciencia es lo que caracteriza a esos cientos o miles en algunas ocasiones que nos decidimos a encerrarnos en una Sala para reflexionar y ser mas personas escuchando por ejemplo a Beethoven y su Quinta:
Que Director y que Orquestón no se me quejaran.
Hellín a 11 de Noviembre de 2.009
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