En un pase mas que nocturno vuelvo a ver Harry el fuerte.
La segunda entrega de la saga y es excelente. Ted Post hace una magnifica película.
La ciudad de San Francisco retratada con maestría. Impresionante la bahía y sus puentes.
Y para compensar la dureza de la inigualable Harry el sucio del gran Don Siegel se matiza el caracter violentisimo en esta eficaz secuela de este inspector de policía solitario y calvinista que no acepta que su cuerpo (sus compañeros) se pueda tomar la justicia por su mano.
El gran logro de esta notable cinta son este cuarteto de jóvenes agentes implacables y predestinados a su inmolación en aras de una purificación imposible de una sociedad corrompida y corrupta y pecadora irrrecuperable.
La pinta de la escoria mafiosa esta muy conseguida. Sus trajes. Sus peinados. Sus patillas. Sus caretos.
Harry no quiere compasión con los criminales y usa su magnum sin pestañear pero siempre en defensa propia.
Clint Eastwood es un actor sobrio y consistente.
Y el último realizador cinematográfico clásico vivo.
Una forma de entender el cine como oficio y profesión.
Subir peldaños poco a poco.
Sin prisas y esperar décadas hasta conseguir una primera obra redonda.
Harry el fuerte cinema bien hecho y entretenido. Ideologicamente nada fascitoide. Al contrario. El Estado de Derecho tiene herramientas para defenderse. Ser duro no significa saltarse la ley a la torera. Y el que se la salte pues que lo pague. Como en las pelis de James Bond: usted tiene licencia para matar pero como lo pillen no nos conocemos.
Hellín a 21 de Noviembre de 2.009
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