La masacre de Katyn, también conocida como la masacre del bosque de Katyn (del polaco zbrodnia katyńska, literalmente «crimen de Katyń»), fue la ejecución en masa de ciudadanos polacos (muchos de ellos oficiales del ejército, hechos prisioneros de guerra) por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. En el curso de la masacre, aproximadamente de 15.000[2] a 22.000[3] polacos fueron ejecutados en tres lugares de ejecución masiva durante la primavera de 1940.
El descubrimiento de las tumbas masivas por la Wehrmacht (ejército alemán) condujo a la rotura de las relaciones entre el gobierno polaco en exilio (con sede en Londres) y la Unión Soviética. La masacre fue empleada con fines propagandisticos por el régimen nazi, mientras que Stalin culpaba al régimen nazi de la autoría.[1] No fue hasta 1990, bajo el régimen de Mijaíl Gorbachov, cuando se aclaró la responsabilidad de la Unión Soviética. Este hecho influencia hasta ahora las relaciones entre Polonia y Rusia.
El descubrimiento de las tumbas masivas por la Wehrmacht (ejército alemán) condujo a la rotura de las relaciones entre el gobierno polaco en exilio (con sede en Londres) y la Unión Soviética. La masacre fue empleada con fines propagandisticos por el régimen nazi, mientras que Stalin culpaba al régimen nazi de la autoría.[1] No fue hasta 1990, bajo el régimen de Mijaíl Gorbachov, cuando se aclaró la responsabilidad de la Unión Soviética. Este hecho influencia hasta ahora las relaciones entre Polonia y Rusia.
Los mas terrible de la impresionante Katyn del ya veterano pero en forma Andrzej Wajda no son los mas de 12.000 seres humanos ajusticiados por los sovieticos en este bosque en 1.940 sino la gran mentira que montan después echándole la culpa a los nazis cuando estos eran tan bestias como los comunistas y dejaron de recuerdo en Polonia tanto exterminio como los bolcheviques.
Wajda es un fenomenal artista polaco. Uno de los grandes del cine europeo. Y muestra como los dos totalitarismo del siglo XX son idénticos en cuanto a que su objetivo era exterminar a todo lo que tuviera intelecto y pudiera pensar porque en eso consisten estas ideologías. En tener aterrorizados a todos y a los primeros a los que están mas preparados.
La secuencia del oficial hitleriano que manda a trabajos forzados a todo un claustro de profesores universitarios es magistral.
Los mismo hacen los estalinianos al ejecutar a ¡12.000 oficiales polacos! Porque saben que muchos son intelectuales y personas preparadas y matandolos como si fueran cerdos tendrían en un futuro a toda la creme de la creme de Polonia colaborando cobardemente con ellos.
La gran mentira de Katyn.
Reconocer que hubo lo que hubo y pedir disculpas y perdón a los familiares de las víctimas.
Hasta 1.990 la URSS no reconoció lo que todos sabían.
Que la matanza de Katyn fue un genocidio perpetrado por los comunistas sovieticos.
Alemanes y rusos se repartieron Polonia a su gusto y placer.
Siempre reflexiono como se pudieron convertir en verdugos tantos millares de alemanes y rusos.
Vemos como los oficiales polacos son asesinados fríamente y disciplinadamente por soldados rasos que como en una cadena de un matadero van liquidando a decenas de millares de personas.
Como el que fabrica coches en una cadena de montaje.
Tremendo este filme.
La música del gran Krzysztof Penderecki. Desoladora como este bosque de Katyn que se llena de sangre y de horror.
Un notable alto.
Ética y estética. Ahora cuando la tecnología y lo hueco se impone emociona ver una película a la antigua usanza. Con el denostado mensaje. Con garra y compromiso. Imprescindible y de visión obligatoria mejor que obligada.
Que nuestros directores cejeros tengan cojones u ovarios y se atrevan a contarnos sino de manera tan redonda como el amigo Wadja si con su misma ecuanimidad y objetividad lo que paso en Madrid a finales de 1.936.
Hellín a 11 de Noviembre de 2.009
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