Este pasado lunes acudí a Palau de la Música de Barcelona que cumplió 100 años en el 2.008.
En el gallinero porque mi entrada coincidía con la butaca que he apadrinado y que llevara una temporada mi nombre.
No había los aficionados que se podían esperar.
La crisis.
Y muchos extranjeros y mucha gente mayor. Muy mayor.
Parece que la música sinfónica sea a extinguir.
Requiere paciencia, respeto, silencio y reflexión.
Muy hermoso el Palau de noche.
Su exterior.
Y su interior pues recargado y misterioso.
Al estar tan alto la espectacular claraboya muy cerca.
En el intermedio me acerco a los tubos ideados por Oscar Tusquets en donde también figuro.
Allí también los nombres de los que ayudaron a hacer el nuevo órgano.
La sociedad civil.
La iniciativa privada.
Lo bueno y grande de Cataluña. Su espiritu emprendedor.
Escuchando el concierto de violín de Alban Berg a la memoria de un ángel mucha emoción.
Una obra intensa y emotiva.
El 27 de Marzo la pueden vivir en el Auditorio Villegas de Murcia por la OSRM.
Se animan y nos vemos.
Hellín a 12 de Marzo de 2.009
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