El tiempo pondrá en su lugar al genio del Alto Ampurdán.
Su franquismo lo ha devaluado pero es un artista irrepetible Salvador Dalí.
Un pintor de talento de gran técnica e imaginación.
Y muy culto.
En el enorme Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) una exposición catalanista difusa y confusa con un cuadro muy sugestivo de Antoni Tapies de 1.950 a destacar y un apasionante documental de casi una hora en donde se hace un repaso a la inquietud y conocimiento de la ciencia que tenía el de Figueras. El sublime Salvador Dalí.
Las elices del ADN, el famoso ácido desoxirribonucleico que pronunciaba de manera teatral, aparece en sus surrealistas obras.
La bomba atómica y el hongo radio activo también.
Bajo su apariencia paranoide -como todos algo paranoico por lo menos yo lo confieso- se escondía una persona muy cartesiana y renacentista.
Toda una mañana he pasado en el gigantesco CCCB en mi pasada visita a BCN.
A la salida una biblioteca especial. Con sofás. Con Wi-Fi. Me he tirado un buen rato en ella repasando antológicas exposiciones pretéritas en un ordenador. La que hicieron sobre la tragedia de Chenorbil tremenda. No pude aguantarla. Insoportable los niños mutilados nacidos después de la catástrofe mundial.
Este antiguo Hospital de la Caridad que es el CCCB muy bien adaptado a lo que son las últimas tendencias no solo artísticas es de referencia internacional. Muy innovador. Se han gastado una fortuna en el.
Un lujazo.
Que debería cuidarse mas no ya el bilingüismo sino la rotulación en ingles por aquello del masivo turismo de la Ciudad Condal es algo evidente. Paneles trilingües lo ideal. Lo lógico.
Entiendo el catalán. No lo hablo ni lo escribo. Me defiendo. Pero mucha gente no.
La dichosa inmersión.
Cataluña siempre sorprendente. Pionera y moderna. Pero la política lingüística no me convence.
Hellín a 16 de Marzo de 2.009
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