Estaba dudoso.
Quería ver la procesión de los zamoramos pero la tentación era muy grande de acercarme a Jumilla y oír una obra a la que le tenía muchas ganas.
Un emilio de la Junta Central de Hermandades de Jumilla reservandome dos entradas me ha hecho decidir a acercarme a esta ciudad tan sugestiva.
En la fila 2 butaca 1. A dos metros de los interpretes.
Hace años escuche la versión oratorio de Las Siete ultimas Palabras de Cristo en la Cruz de Joseph Haydn y creo que fue en Cuenca en su impresionante Semana de Música Religiosa.
El Teatro Vico de Jumilla es ideal.
Pequeño y recogido la dificil y exigente música de cámara suena celestial en el Vico.
Una pieza muy larga. 50 minutos intensos.
Siete estaciones. 9 movimientos prodigiosos. Un cuarteto de lujo. Dos violines, una viola y un violonchelo. Cuarteto Almus se llaman. Un notable alto para ellos.
Músicos veteranos y hechos. Un lujo de profesores.
El público muy cívico y educado.
Programan mucho y se crean buenos espectadores.
La primera parte del acto lo de siempre.
Se elegía al nazareno del año. Y ha cerrado el Alcalde de Jumilla el senador socialista Francisco Abellán.
Por cierto allí también tienen unas Higuericas. Una tremenda urbanización resort que ha quebrado y ha dejado un inmenso solar con solo el chalet piloto y el club social en pie. Tengo la foto pero no autorización para publicarla.
Me quedo desde luego con la segunda parte.
Que gustazo escuchar buena música bien tocada en un asiento cómodo y en silencio.
Sin llevarme los cojines como en la Asunción.
Sin deber soportar gamberros padres e hijos y personas que entran continuamente.
Donde se ponga un buen auditorio y unas localidades gratis pero por invitación y numeradas que se quiten los duros bancos. Se los dejo al gordisimo cura que estaba en la mesa del escenario agasajando al nazareno. Lo que hace tener fe. 200 Kilos y me quedo corto.
Hellín a 21 de Marzo de 2.009
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