Un poeta de la violencia que nos ha dejado una obra maestra absoluta como la fabulosa Grupo Salvaje.
Esta Pat Garret y Billy the Kid que rodó Sam Peckinpah en 1.973 y que he visto en un remontaje del 2.005 es esplendida.
No les puedo precisar pero desde luego no menos de 6 veces he vuelto a visionar este emocionante western crepuscular. Cada vez me gusta mas esta balada cinematográfica que Bob Dylan con su voz cazallera nos ensalza y canta.
Por mucho que los canallas productores le destrozaran el filme al bueno de Sam -como la mayoría de su obra- la vena poética del realizador se impone a la manipulación del celuloide de los canallas peseteros de turno.
Película soberbiamente rodada.
Con un tempo majestuoso. Un poema. La amistad traicionada nunca se cura. Y siempre atormenta al que prefiere una poltrona - en este caso un mal curro- a un buen amigo.
Si la han visto ya la vuelven a ver. Buscan en la mula esta versión del 2.005. Si no la conocen pues ya saben. Y luego me la comentan. Les gustara. Seguro.
L´H a 9 de Junio de 2.009
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