domingo, 1 de noviembre de 2009

UNA PAREJA DE ACOMODADOS TORTOLOS QUE NO SE LLEVAN NADA BIEN DEBEN CONVIVIR EN UN ENORME BARCO: EL NAVEGANTE Y LA MIMICA MAGISTRAL DEL GRAN BUSTER.


De 1.924.
El Navegante es toda una exhibición de la técnica mímica de Buster Keaton que tanto me recuerda al mejor Chaplin actor que es el de La quimera del oro.
Secuencia estupenda es esa persecución alocada de la pareja protagonista por el enorme barco.
Y genial la del cañoncito que se le enreda en un pie a nuestro atolondrado e inútil joven ricachón al que dos criados negros llevan en la limusina para ver a su querida que vive enfrente de su incomoda mansión en otro plano antológico.
Que decir de esos "alicates" que se encuentra mientras de buzo esta intentando arreglar la nave.
60 minutos amenos y divertidos.
Por algo fue uno de los grandes de la década de los 20.
Era Buster Keaton un dominador del arte cinematográfico.
Conocía su profesión al dedillo porque empezó desde abajo.
Y como interprete era un superdotado y eso le le venia de familia. Si a eso unimos que era un atleta portentoso y temerario pues la combinación perfecta para que haya pasado a la historia del cine como uno de los pocos maestros que ha dado el séptimo arte.
Hellín a 1 de Noviembre de 2.009

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