jueves, 12 de marzo de 2009

¡VIVA LA TAN DENOSTADA Y AHORA REIVINDICADA COCINA DE CUCHARON DE NUESTRAS IRREPETIBLES MADRES! LA CULTURA DE LOS POTAJES, COCIDOS Y OLLAS. BRUTALES.


Un genial plato de la hermosa Sierra Norte de Sevilla. Ingredientes de primera y sabia y paciente mano en la cocina. Y entonces se produce el milagro. Un orgasmo gastronómico. Freudiano. La autora de esta obra maestra digna de Gargantua mi señora madre. Sirva este articulo como homenaje a ella y a ellas.

Me gusta y admiro la cocina creativa de autor como es la excelente del chef Víctor de Dón Manuel de Hellín.

Pero de segundo unas exquisitas judías con perdiz ó un contundente arroz con setas y trufas o el escalofriante de manitas de cerdo ibérico como lo que me ofrece en Dón Manuel, Manolo, padre de inquieto Víctor y muy entendido sumilier.

Mi hondura genética me obliga a la cuchara después de exquisitos entrantes sofisticados y audaces por muy abundantes que sean.
Ahora resulta que los cocidos, ollas, potajes y guisos son cardio saludables.
Y son buscados y rebuscados por los gourmand mas exigentes. Engordan pero es grasa buena.
Nuevas generaciones acostumbraros a los platos caseros de vuestras abuelas. Corréis el riesgo de caer en la anorexia y en la anemia. Por comer tonterías a destiempo.
Cuando ellas falten -nuestras madres- habremos perdido el paraíso culinario en este valle de sufrimientos y de lágrimas.
Aunque no se lo crean repetí. Tengo testigos.
Hellín a 12 de Marzo de 2.009

3 comentarios:

Montse Martí dijo...

Potaje de vigilia, con albóndigas de bacalao?
Tiene una pinta que mata.
Buen provecho..

narciso dijo...

Son de pan. A las curiosas albondigas los llaman repapalos. Como panete y panecicos. Y se hacen dulces o salados. Es una especie de olla gitana con bacalao aparte que mi señora madre desalo ella. Tengo congelados una o dos raciones para cuando tenga que celebrar algo.

Montse Martí dijo...

Eso te iba a decir, que es como la olla gitana que cocinamos aquí. En casa también somos de cuchara, y en peque (que es el único que come fuera por horario) en la guarde le dan este manjar, y 'pebre', guisos variados, etc. Reconfortan mucho el estómago y el alma.