En 1.976 el maestro Don Siegel rueda El Último Pistolero.
Esplendida.
Con un uso del gran angular muy suave y mesurado.
95 minutos otoñales y agónicos.
Con una estructura fílmica muy eficaz.
A modo de un diario de una muerte anunciada John Waine -ya no rodaría mas y moriría 3 años después del dichoso cancer pero de pulmón: no fumen- nos demuestra que ha sido el actor con mejores andares de la Historia del Séptimo Arte.
Y eso en un pistolero es fundamental.
El Gran Torino del discípulo aventajado -ha superado a su maestro Don- es tributaria de El Ultimo Pistolero.
Un protagonista ya tocado por una neoplasia que se redime matando a tres canallas ( en la fenomenal El Gran Torino se deja matar Clint) y de paso les deja un dinerito a una atractiva Lauren Bacall y a su rebelde hijo.
Los secundarios fabulosos.
Richard Boone un perro rabioso.
John Carradine un fenómeno 200 veces superior siempre a sus mediocres vástagos.
James Steward un artista genial. De la misma generación que su amigo John. Ese láudano que le receta. El afecto hacia su violento colega de fatigas. El sentimiento de que este liquidador se piensa purificar asesinando por última vez en beneficio de la comunidad que le rechaza pero que le alienta y le necesita.
La superioridad del cine clásico. Que solo cultivan hoy día muy pocos cineastas.
Leen la formación del gran Don Siegel.
Ayudante de dirección, montador -editor-, guionista, realizador de serie "B". Al final un director consagrado y respetado. La Fuga de Alcatraz y el primer Harry dos peliculones.
Poco a poco. El necesario aprendizaje desde muy abajo.
Al final uno de los grandes Don Siegel.
Lo que les falta ahora a los pseudo/directores. Formación minima y paciencia. Y modestia que es muy importante.
BCN a 25 de Abril de 2.009
2 comentarios:
Yo creo que ésta no la he visto...
Te la recomiendo. Muy emotiva
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