Si se llamara Michel sería ya una gloria nacional pero se llama Manuel y aquí valoramos muy poco lo nuestro y demasiado lo de fuera.
Manuel Guillén un mas que solvente violinista madrileño al que no pocos compositores actuales como Salvador Brotons han dedicado obras como el expresivo Concierto para violín que este virtuoso nos ha ofrecido en una sala bastante vacía del excepcional Auditorio Víctor Villegas de Murcia.
Me sorprende siempre los años de estudios y formación de estos solistas.
Décadas.
Luego todo parece tan fácil. Sobre el escenario nos dejan boquiabiertos. Que envidia me dan.
Como Manuel Guillen ayer en Murcia:
Ludwing van Beethoven es un caso aparte.
Se miran la entrada de la enciclopedia digital por excelencia y se quedan sorprendidos de la vastedad de la influencia en el arte universal y de la variada y numerosa producción del aleman.
La Sinfónica de la Región de Murcia nos ofreció una buena versión de la Octava del genio de Bonn.
Corta pero muy intensa.
Pasa rápida y es de una complejidad total.
Una belleza.
La música culta te hace reflexionar.
Pensar.
Requiere paciencia y tranquilidad. Forma y hace educados a su público. Fomenta el civismo.
Por eso siempre sera minoritario y mas en estos tiempos de furia y ruido.
Hellín a 4 de Abril de 2.009
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