Uno hace sus pinitos, sin aclararse mucho, en la sorprendente fotografía nocturna.
Con la reflex en el trípode. 30 segundos de obturación. Y el diafragma variando. Y con dudas si el objetivo debo ponerlo manual o automático. Se lo consultaré a mi preparado monitor del taller. No me aclaro.
Que mejor motivo que la Hoz del Huecar desde una celda del Parador Nacional -falto ya de una plan renove el 4 Estrellas- pero con un servicio de primera como todos los de la Red.
El grupo ZETA y en concreto El Periodico de Cataluña por ganar un microrrelato de verano -no tengo el texto pero era muy malo el cuento- me ha invitado una noche a este convento majestuoso.
Solo en la celda he reflexionado. Como San Juan de la Cruz en Ubeda. Otra ciudad Patrimonio de la Humanidad como Cuenca.
De que España es excepcional. Sus gentes. Su gastronomía. Sus paisajes. Sus monumentos. El Parador lleno de japoneses o chinos o coreanos.
Y por encima de todo nuestros portentosos artistas.
Antonio Saura, el hermano pintor del cineasta Carlos, fue un monstruo humano de la pintura.
Una neoplasia de lo llevo de manera temprana pero es junto a Antoni Tàpies el mayor abstracto que hemos tenido en la segunda mitad del Siglo XX.
El catalán todavía vivo y creando. Va para 86 años. El pintor vivo mas importante hoy por hoy del planeta.
En la Fundación Antonio Saura (Casa Zabala) una exposición fotográfica de Carlos Saura.
Saura x Saura.
Los dos hermanos. El pequeño (Carlos) se nutrió del mayor (Antonio) y el mayor del pequeño.
Esta haciendo una labor impresionante el magistral director de La caza de difusión de la obra de Antonio con sus notables fotografías.
De pequeño una enfermedad que requería el aire serrano de Cuenca obligo a una larga estancia de su hermano en una casa que tenían sus padres.
Tiene Cuenca una fascinación especial hacia los grandes artistas.
Un canario como el apasionante Manuel Millares o el mas cerebral pero enorme también Fernando Zobel -un trotamundos- acabaron instalados en esta increíble ciudad.
Y han dejado el inigualable y único Museo de Arte Abstracto junto a Gustavo Torner y Gerardo Rueda.
Y Antonio Saura no por encima de sus colegas pero si destellando con luz propia.
La fotografía como ese arte que capta lo irrepetible.
Ese momento que gracias a la técnica queda para la posteridad.
Gracias a Carlos tenemos un perfil vital que nos permite entender a su hermano Antonio.
Que debió ser una personalidad muy compleja.
De apariencia apolínea con su inseparable bastón pero dionisiaco inofensivo en el fondo.
Transmite mucho. Me gusta cada vez más.
Hellín a1 de Abril de 2.009
No hay comentarios:
Publicar un comentario