Esta haciendo el amor en la entretenida Goldfinger y deja a medias a la gachi porque se ha quedado sin el Don Perignon.
Mejor dicho porque se le ha calentado. El selecto champagne se entiende. Le dice a la baby que por debajo de 5 grados no se puede tomar el mítico y carisimo vino espumoso y se va del catre dejando a medias la faena para agenciarse en el mueble bar de la habitación otra ampolla fria.
A esta temperatura tengo mi nofrost siempre y que me diga algo si se atreve el ministro bombilla. Y una botella de cava brut nature como buen catalán que ejerzo. Me la suelo tomar solo. Esa es la diferencia con el cachas Sean o el elegantisimo y tambien excelente Roger Moore.
Así es James Bond.
Sean Connery es un estupendo actor que después de forrarse con el agente 007 ha hecho grandes películas.
Seria cuestión de matizar porque a mi parecen buenos o aceptables la mayoría de los filmes de James Bond que rodó Sean Connery.
Siempre me acuerdo de Desde Rusia con amor y la tremenda pelea en el vagón ferroviario con el magnifico Robert Shaw del que sospecha que es un traidor porque la pifia al elegir un vino que no marida con el pescado durante la cena.
Sibarita y educado James Bond.
Es lo contrario del roqueño Amedo.
Con licencia para matar saben esta elite que forman los policías británicos que se dedican a navegar en el cortante borde de la ilegalidad que si los pillan pues se deben callar y apechugar y no cantar como los niños de San Ildefonso si existen todavía estas insoportables criaturas.
Cine de aventuras ameno y distraido que como les he comentado en articulos anteriores es digno y bien currado y de impecable factura visual y con bandas musicales pegadizas.
Tal vez sea un cine machista pero vemos tantas putas bendecidas y no en los programas basura de la caja tonta todos los dias que de verdad la mujer que quiera ser persona que viva como persona y no como puta y ante estas pajaras los excesos amatorios y demas hazañas irreales -"dame la tercera lección James por favor"- parecen mas divertidos juegos inocentes que una afrenta feminista condenable de un ligón enfermizo que es lo que es en el fondo James Bond.
Hellín a 9 de Diciembre de 2.009
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