sábado, 13 de septiembre de 2008

AL FINAL LA PEREZA, EL FRESCO NOCTURNO Y UN CIERTO HASTIO EXISTENCIAL PESIMISTA NO ME HAN ANIMADO A ACUDIR A LA MUESTRA TEATRAL HELLINERA 2.OO8

Desde la barrera de la Plaza de Toros este jueves. Buenas compañias en la Muestra Popular de Teatro de Hellín 2.008. Para el 2.011 esperemos tener una recinto cerrado y unos horarios mas tempraneros. Me hago mayor.
Pues al final no me he animado.
Está uno pensando más en poderse cambiar de habitáculo de aquí a unas semanas y en escaparse unos días.
Me apetece ver el mar o la mar y no dejare de pasearme esta vez por el camino de tierra que circunda la Emisora y el Tibidabo barcelonés bordeando la Sierra de Collserola, desde el cual la dorados plateados del viejo Mediterraneo alcanzan en determinadas horas una enorme belleza.
Ese mar y montaña que también podemos ver y sentir desde el hermoso Parque Güell o desde un cercano y menos conocido parque ubicado en el próximo barrio del Punset.
El exceso de tensión emocional no es compatible con disfrutar en plenitud de actividades culturales.
Les puedo decir que llevo la inaudita cantidad de unos cinco días sin visionar ningún filme clásico y eso que se me acumulan títulos y títulos pero todo tiene en la vida su momento.
Nada esperemos que uno pueda cargar su Karma pronto y siempre ilusiona pasear por donde uno ha vivido, si encima tu ciudad de nacimiento es mágica, abierta y fascinante por mucho que unos bordes con bigote o sin bigote pretendan convertirla en lo que nunca fue: una urbe cerrada y nacionalista y culturalmente sectaria y monolingüe.
No puedo dejar de referirme a un buen restaurante al que pueden acudir -ha sido mi despedida por una larga temporada de estos apetecibles establecimientos con la excusa de su Internacional Feria- si visitan Albacete.
Al lado del horroroso Hospital General. El Limonero. Cocina garruchera. Y dejense guiar por el Maitre. Y si les recomienda las famosisimas gambas rojas almerienses a la plancha, pues no piensen en lo que deben y disfruten del sabor, jugo y olor de una manjar digno de un purpurado.
Un buen arroz garruchero con ese grano bomba tan excepcional y se quedan como nuevos, si encima repiten dos veces como yo el divino cereal acompañado de un all i oli conseguido.
Un macabeo Alto del Cabriel, excelente, pero muy caro para ser solo un buen blanco joven afrutado de la Manchuela, una denominación a seguir.
Al final y a los buenos postres apareció el incompatible humo tabaquero con la restauración. ¡Para cuando una ley como la italiana!
Viviremos del recuerdo de esta digna comida.
Escucha a la vuelta uno a Carlos Cano. Olvidado y marginado por la Junta pero de Andalucia. Fue reivindicativo hasta su prematuro final. Todo un artista sensible, humano y con esa mala folla de la buena gente granaina.
Emociona escucharlo. Volverlo a escuchar . Les pongo un enlace y disfruten con este irrepetible cantautor porque es lo que fue el amigo Carlos.
Hellín a 13 de Septiembre de 2.008.

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