viernes, 12 de septiembre de 2008

VOL RAS EN LA INCOMODA PLAZA DE TOROS DE HELLÍN: CON POCO RITMO Y ESAS RISAS MOLESTAS CUANDO NO HACEN GRACIA, POR LO MENOS PARA MI MENDA.

Acude uno este jueves nuboso a la Plaza de Toros. La Muestra de Teatro Popular de Hellín está en su ecuador y VOL RAS es junto a YLLANA un compañía habitual del certamen.
Tengo que decir que una obra de teatro a partir de las 22h 30 es excesivo para mí.
Porque a esa hora mi organismo me empieza a pedir cama.
Si a eso unimos la incomodidad del recinto taurino, el tabaco tan molesto, los ruidos ambientales externos, la lejanía del escenario si te debes sentar en las duras y sucias gradas, pues que en resumen no son las condiciones mas idóneas para disfrutar o padecer del teatro.
Soy un vulgar aficionado. Cada vez menos. Está uno más volcado con el cinema y la música sinfónica. Cuestión de edad y aburguesamiento. Busco la tranquilidad y la soledad.
Canguelis me pareció floja, sin ritmo, con buenos mimos más que actores y con el excelente "calvo" al que tanto alabé en una reseña que hice en EL DIARIO DE HELLÍN cuando me dejaban publicar los compañeros demócratas locales.
Una buena entrada. Ya veremos si salen las estadísticas a la luz o las pide la pasiva oposición política, cuantos pagamos nuestras localidades sin numerar y cuantos fueron de gorra o invitados. No es justo lo que ha pasado otros años. Los precios son muy baratos. O que abran las puertas del coso y que cada uno se busque el asiento mejor de franco.
Atalaya actúa hoy viernes. Tengo un buen recuerdo de ella. Si la pereza no me domina esta noche pues por allí estaré y si me gusta lo que veo pues algo escribiré.
Les pongo algo del bostoniano que uno es así de raro. Disfruta más con los versos tristes y hasta enfermizos del desgraciado y maldito Poe que con tonterías pretendidamente chistosas que en su mayoría rayan más bien lo grotesco, lo facilón y hasta lo mediocre. Otra vez será amigos de VOL-RAS. Por lo menos para mí.
La noche, aunque clara, fruncirá el ceño,
y las estrellas no mirarán hacía abajo,
desde sus altos tronos en el cielo
con la luz como esperanza dada a los mortales.
Pero sus rojos ojos, sin rayo
parecerán para tu cansancio
como una quemadura y una fiebre
que se adheriría a ti para siempre.
Hellín a12 de Septiembre de 2.008.

No hay comentarios: