Kim Basinger en una sugestiva foto. Todo un símbolo sexual cinematográfico. Una anodina película La sombra de una sospecha. La había visto pero la recordaba mal. De pronto me acordé que era aquella en la que un agente del FBI se acostaba con la Primera Dama Presidencial.
Filme alimenticio para pasar el rato después de una frugal cena un uno de septiembre caluroso en el que nos hemos encontrado en Hellín, ya, con los carteles de un concierto que dejara más agujero consistorial en plena crisis, pero da lo mismo, lo importante es pasárselo bien porque para cuatro días que vivimos y además 20 eurotes los tiene cualquiera. Los que los paguen, porque me temo que aparecerán los falsificadores habituales de otro evento multitudinario hellinero que nunca se detuvierón, según creo recordar, en concreto, de una Feria anterior.
Volviendo a esta floja cinta, impresiona el sistema de seguridad del hombre más poderoso del planeta, el Presidente de los Estados Unidos de América.
Cuando acude a cualquier país, enormes aviones transportan todo su séquito de coches acorazados e ingente cantidad de policías que peinan días antes cualquier ciudad a la que tenga previsto acudir su Jefe.
Kim Basinger la nota más interesante. Muy comedida pero demuestra su enorme sexualidad animal por como abraza a un Michael Douglas al que echa en falta, muy afectado este último por ponerle los cuernos a todo un Presidente de los EE.UU, al que debe proteger y no fastidiarle el matrimonio.
No les pongo, por pudor, un tórrido vídeo de una película de la hermosa georgiana yanqui, con ducha incluida, que he estado viendo, lo reconozco, pero que lo encuentran con facilidad en GOOGLE.
Recuerdo su papel de puta de lujo muy pintada en la excelente L.A. confidencial y los cúbitos, tan imitados, de hielo, En nueve semanas y media.
No puedo dejar de comentar la última garzonada.
Todo un personaje el de Torres.
Al final perseguirá a Caín por matar a Abel.
Delirante.
No quiero entrar en política. Me gusta pero la dejo para mis Cartas al Director en el Digital de la Mancha, para el próximo periódico local, si se puede sacar, que espero que sí amigos y para mis largas conversaciones con un buen amiguete al que le gusta casi más que a mí -que es difícil- la denostada pero apasionante política.
Hellín a 1 de Septiembre de 2.008.
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