lunes, 29 de septiembre de 2008

LLEGA OTOÑO Y CON ELLOS LOS SETEROS PESADOS Y LATOSOS E IMPRUDENTES: LA MICOLOGIA TODO UN ARTE Y UNA CIENCIA. NO SE LAS COMEN. NO LO ENTIENDO.

Otro magnifico azulejo de Juan Martos. Quedan de coña para cualquier negocio hostelero, rural o artesanal. Si van a setear por Segura de la Sierra se acercan a la villa y preguntan por él. Acepta encargos pero sin prisas y con calma. como debe ser. Lo artístico requiere tiempo y reposo. Y mucho trabajo para su precio.

Pues pronto los canastos inundaran los bosques otoñales.

Primero, no entiendo de setas.

Y me aburre buscarlas. Solo un rato y como no cojo pues más aburrimiento.

Sí comerlas. Los maravillosos boletus edulis con huevo o en inesperados postres. O las increíbles trufas negras locales, si , locales, de la provincia no las italianas.

Además de Don Manuel en Hellín, donde destaca el buen oficio de Víctor, si le pilla en Albacete ciudad una noche, en Casa Marlo, otro cocinero joven, Pedro, borda los referidos edulis.

Bueno se animan y se van al monte y se llevan su navaja y su cesto. Y las que no conozcan no las toquen y no se fíen del color ni del olor porque engañan y existen falsos níscalos idénticos a los deliciosos que aunque no mortales les pueden producir dolor de barriga.

La cultura gastronómica de las setas y hongos -potentes y fuertes estos últimos, solo comérselos cerrados o con las laminas de color rosa nunca negras- y porque no unas jornadas micológicas gastronómicas caldosas en la buena casa de comidas hellinera mencionada arriba -no se si se hacen o no- para fomentar lo nuestro, si, lo nuestro, porque nuestra cocina local, provincial, regional y nacional es la mejor del planeta. Ferra Adria dixit.

Hellin a 29 de Septiembre de 2.008.

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