viernes, 5 de septiembre de 2008

PANICO EN LA ESCENA: UN HITCHOCK MENOR PERO PRECURSOR, A MI MODESTO ENTENDER, DE UNA OBRA MAYOR COMO EXTRAÑOS EN UN TREN

Jane Wyman espectacular. Mucho más que la primera mujer de Ronald Reagan y la mala de Falcon Crest. Un delicioso bombón en manos del maestro "Hitch".

Rodada en 1.950 Pánico en la escena se ve con enorme gusto porque tiene un magnifico ritmo y es muy inglesa.

Los actores soberbios. El duelo entre la angelical Jane Wyman -obtuvo en 1.949 un Oscar por Belinda- y la malvada Marlene Dietrich esta muy conseguido y ambas actrices bordan sus papeles.

El humor británico esta presente en los jocosos comentarios del excelente Alastair Sim, que interpreta el padre de la tierna aspirante a artista que se hace pasar por una imposible asistenta.

Un año después Hitchcock rueda Extraños en un tren, que podemos considerar una obra mayor y en la que destaca la presencia de una desagradable y fea chantajista -otra- que encarna a la perfección una tal Patricia Hitchcock que también aparece en Pánico en la escena.

La hija del Director.

¿Es la asistenta titular de Pánico en la escena? Si lo confirman me mandan un comentario en un sentido u otro.

Bueno, siempre nos sorprende don Alfredo.

Era un genio del cinema.

Vivía para el séptimo arte y era trascendente e integro aunque chiflado por las rubias a las que su orondez y timidez no le permitia acceder y él a cambio las filmaba con maestría absoluta, las vestía primorosamente y las podía tratar con refinada crueldad como podrían atestiguar Tippi Hedren -malditos pajaros- o Kim Novak -menudos baños le dio en el estanque- pero es que si era un privilegio trabajar con él también se podía convertir en una pesadilla atroz por su catolicismo tan puritano y pecador y su obsesiones sexuales.

Hellín a 5 de Septiembre de 2.008.



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