martes, 12 de enero de 2010

DE LO MEJOR QUE RODO BRIAN DE PALMA: LA SECUENCIA DEL MUSEO METROPOLITANO ES MAGNIFICA. VESTIDA PARA MATAR DESNUDA NUESTRA PERVERTIDA SEXUALIDAD. UN 6


De 1.980 su primera parte -hasta que es asesinada mi admirada Angie- es de lo mejor que ha rodado Brian De Palma.
Cine muy depurado y hasta fascinante. La cámara se mueve con maestría. Y la música del muchas veces cursi Pino Donaggio acompaña. No les vuelvo a hablar del travelling inicial. El de la ducha. No quiero que piensen mis lectoras que soy un salido.
Luego decae bastante Vestida para matar. Da un bajón cuando desaparece Angie Dickinson.
Es una película sexual. Animales humanos que desean hacer el amor -follar hablando claro- pero no con sus parejas habituales.
Nuestra escultural Dickinson se queja a su psiquiatra del triste polvo rutinario que su marido le suele clavar por las mañanas.
Ella quiere marcha y la encuentra con un enfermo de gonorrea y sífilis pero que la hace disfrutar de lo lindo olvidandose hasta esta burguesa aburrida su elegante slip en un destartalado taxi neoyorquino donde consuma el acto con este desconocido.
Tiene talento Brian De Palma.
El fantasma del paraíso es un peliculón redondo.
No es Hitchcock evidentemente pero lo intenta y se arriesga y a veces le sale mas que bien.
La revisión de Vestida para matar me ha convencido.
Buen cinema y buenos actores. Michael Caine algo seco pero sólido. Nancy Allen que ya vimos en Carrie en un antipático papel excelente y también apetecible pero infantil su cuerpo comparado con el de la cincuentona protagonista.
Un homenaje a Psicosis.
Cargarte a tu estrella a mitad de película fue una hombrada del inmortal Alfred en los sesenta.
Dos décadas después un alumno avispado del genio ingles lo repite y no con mal resultado.
Hellín a 12 de Enero de 2.010.

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