lunes, 15 de febrero de 2010

ESTE ESTREMECEDOR BIRD ES TAN HERMOSO Y EXPRESIVO COMO EL PAJARO DE FUEGO QUE TANTO ADMIRABA CHARLIE PARKER ¡QUE PELICULON TAN MEMORABLE! MAGISTRAL


Estamos ya en 1.988 y Clint Eastwood dirige su primera obra maestra.
Tiene 48 años y lleva 17 años dirigiendo.
Como ya les he indicado el californiano es un músico que hace cine.
La música esta en todas las artes.
Todos los grandes artistas aman la buena música.
El jazz es algo especial.
Es el jondo de los americanos.
Y es un genero músical que ha influido a grandes compositores serios del siglo XX.
A Maurice Ravel el mayor orquestador de la centuria pasada y al genio de lo genios que fue Igor Stravinsky y por eso tan envidiado y tan poco escuchado.
Charlie Parker para delante de la mansión del ruso y pulsa el timbre y vemos como en bata de casa abre la puerta su admirado Igor y la vuelve a cerrar.
Minutos antes escuchaba El Pájaro de Fuego.
El talento del saxofonista americano deglutió todo lo que le llego y vivió y demasiado la vida porque murió con 35 años pero aparentaba no digo yo los 65 que dice el medico que acude al apartamento pero si mas de 50.
Clint Eastwood realiza con Bird su primera y no única obra maestra pero cuando tocaba hacerla.
Había ido aprendiendo el oficio poco a poco.
Sin prisas.
Iba dando destellos de su saber hacer y de esa visión puritana calvinista que marca a sus atormentados personajes.
De estructura compleja los 150 minutos que dura este Bird tan memorable son antológicos de todas todas.
Hacia 20 años que no volvía a ver este peliculón.
La recordaba triste y amarga y hasta insoportable.
Es humana y como tal terrible. Una obra de arte.
En el fondo Charlie Parker fue un romántico a lo Schubert o Schumann o Chopin.
Murieron todos muy jóvenes y amaron y se autodestruyeron y cuando eran felices es cuando creaban y creaban joyas maravillosas inmortales.
Del sufrimiento y de la enfermedad mental no sale nada creativo.
No fueron artistas porque eran desgraciados sino que eran artistas y desgraciados.
Hadyn y Bach dos colosos vivieron y vivieron y no se les conocen tantos altibajos. Y vaya dos monstruos de artistas.
Clint Eastwood va camino de ser el segundo Bach del cinema después de mi admirado "Hitch.
Dos melómanos cineastas tan diferentes pero tan perfectos en sus largos planos. Depurados planos y reitero tan musicales.
Con 80 años gloriosos el de San Francisco es ya una leyenda.
El cinema debe ser emoción y entretenimiento.
Apliquense el cuento cejeros pelotaris -ni 24 horas han tardado en rendir pleitesía y acudir a la Moncloa a hacerse la foto con el subvencionador- y dejense de tanto ridículo espectáculo como el de ayer noche y reflejen la realidad española porque por eso somos la nación mas antigua de Europa y tal vez del mundo y la cuna de Velazquez, Cervantes, Goya y Buñuel.
Hellín a 15 de Febrero de 2.010.

No hay comentarios: