Pasas un buen rato y además es cortita.
La lista negra es de nuevo una postal de San Francisco.
De su bahía.
De sus rascacielos.
De sus calles empinadas.
Del glamour en suma de una ciudad que debe ser fascinante.
Clint Eastwood esta en forma a sus 58 tacos y es implacable con los delincuentes. Liquida con su Magnum creo que he contado a 9 asesinos en 90 minutos lo que ya es matar.
Es un gigante al lado de la menuda y atractiva periodista televisiva a la que se liga un otoñal Clint.
Creo recordar que gracias a este Harry tan visible le pudo sacar a los productores la financiación de su primera obra maestra que es Bird.
Cine comercial pero decente y bien hecho esta última secuela del archifamoso y violento policía.
El cinema es una industria.
Y puede ser arte.
La lista negra y la extraordinaria Bird.
Cada una a su momento.
A veces apetece distraerse y otras veces, las menos por cierto, reflexionar sobre la condición humana.
Hellín a 7 de Febrero 2.010.
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