Pensaba comer en un restaurante de esos económicos -que llaman económicos mejor dicho- pero los camareros extranjeros que apenas entienden el español y nada educados por cierto y sin opción del menú del día me decidí a acercarme a la Hostería del Mar de Peñiscola a precio cerrado iva incluido y café 20 sorprendentes euros que suelo acompañar de un buen blanco de Valdepeñas que es el vino que se incluye en este menú casero que les aconsejo si pasan o visitan la localidad Papal castellonense.
Por 10 euros comí hace unas semanas muy bien en Los Pequeños enfrente del Palacio de Congresos de Murcia cuando estuve en SICARM.
Cocina digna, modesta y sabrosa pero es que yo a este cocinero de Los Pequeños ya lo conozco y tiene muy buena mano.
Las tapas en este bar/restaurante pequeño son de primera. Una buena opción si van anémicos de ingresos y saturados de pagos como yo.
Por el doble se puede comer de manera señorial y rotunda y espectacular en la Hostería del Mar de Peñiscola que esta al nivel y supera en la actualidad a los Paradores de Turismo en cuanto a trato, materia prima y atención.
Instalaciones aristocráticas y un servicio impecable. Una marco privilegiado. Ni muy grande ni muy pequeña. Ideal para una escapada romántica inconfesable.
Atento e impecable el maitre que es sensacional y se acuerda de mi aunque lleve meses sin acudir a la Hostería del Mar y unos camareros igualmente ya bregados que son de división de honor.
El chef de esta casa de comidas y de descanso -ideal para llevar a la partenaire sea mujer mujer o amante reciente- es de los buenos buenos.
Los espaguetis de primero que me zampe ayer con atún estaban gloriosos e imperiales. Alucinantes.
Mi exigente acompañante -suelo ir solo a comer pero ayer hice una excepción- pidió una parrillada de verduras que estaba sensacional -¡que buenas las alcachofas a la plancha!- y de segundo un cazón fresco a la romana que quita la anorexia a la top model mas flacucha e irrecuperable del circuito.
Yo opte por una arroz mixto fabuloso -una ración y media abundante- del que nos les pongo la instantánea para darles mas envidia aún.
Los postres dignos de un diabético arrepentido y mal diagnosticado.
Este flan que ya conocía de nombre italiano esta de infarto.
Mi estimada y entendida comensal probó un puding de melocotón exuberante y goloso. Me reservo la fotografía para otro articulo dulce dulce.
Tenemos los mejores profesionales de la restauración mundial en nuestra nación y no lo sabemos ni lo valoramos ni lo reconocemos.
España es un país maravilloso y el mejor del planeta para viajar y hacer turismo gastronómico y cultural.
Por no mucho dinero.
Si no pueden como yo irse de vacaciones hagan escapadas cortas. Pero intenten viajar de vez en cuando. Libera el espiritu y lo ventila.
Elijan bien y dejense asesorar por gourmand de solvencia y confianza.
De nada.
A mandar.
Peñiscola a 29 de Abril de 2.011.
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