domingo, 25 de enero de 2009

ANTES DE QUE CIERREN LA BIBLIOTECA DE HELLÍN VEAN O REVEAN CONFESIONES VERDADERAS: CINE NEGRO ECLESIASTICO. ROBERT DUVALL Y GEORGES DELERUE UN DIEZ.

Ulu Grosbard es un realizador americano poco prolífico.

Confesiones verdaderas (1.981) es extraordinaria.

La he visto 4 ó 5 veces y cada vez me gusta mas.

Esta tarde de domingo solo -lo ideal para el buen cinéfilo- y sin ruido interior ni exterior en mi amplio modesto comedor y bien estirado en mi sofá -de oferta- he disfrutado con una historia dolorosa y llena de amor entre dos hermanos muy distintos.

Uno es un triunfador. Robert de Niro, esplendido, un aspirante a obispo. Un ejecutivo eclesiástico con sotana y pocos escrúpulos.

El otro el fabuloso Robert Duvall, un policía gris pero eficaz, al que su mujer lo abandono sin darle motivos y que quiere a una puta madura a la que no cuido en su momento. Esta prostituta que ya no ejerce lo ama y lo odia. Al final se suicida.

Un constructor sin escrúpulos viejo verde y un comisionista igual de golfo completan un mundo sórdido y negro.

La fotografía es oscura y muy densa. La ambientación excelente.

La banda musical delicada y hermosa. Una preciosidad. Del francés Georges Delerue. Un maestro. Recuerdo su impresionante trabajo en la excepcional El conformista de Bernardo Bertolucci

Un salto atrás a poco de comenzar Confesiones Verdaderas y unos minutos finales de reencuentro fraternal. El hermano mayor llora porque piensa que hundió a su prometedor hermano pero fue la ambición del cura lo que le condeno. Una despedida emocionante. La muerte llama a la puerta del religioso. Prefiere ya morir a vivir.
Una lección de buen cinema. Sobresaliente.
Hellín a 25 de Enero de 2.009.

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