El moderno Sherlock Holmes (Sherlock Jr.) (1924) es un mediometraje y sus 40 minutos se ven en un suspiro.
Tiene esos elementos de ritmo, viveza y sentido del humor irónico que son marca de la casa.
En el periodo que va de 1,923 a 1.928 rueda nuestro buen amigo Buster Keaton una serie de obras maestras del cinema no superadas e insuperables.
Con total libertad creativa y muchos medios.
Fue un estudioso de la técnica cinematográfica y eso se nota en sus películas.
Esa variedad de planos. La búsqueda de efectos como ese aura que sale del modesto proyeccionista mientras sestea y que se mete dentro del filme que se esta pasando en el cine que es un recurso que décadas mas adelante usara Woody Allen en La Rosa Purpura del Cairo.
De las facultades atléticas de nuestro genial realizador pues que es un portento.
Nunca lo doblaron e hizo escenas temerarias lesionandose gravemente mas de una vez.
Sigo insistiendo que no es un cara de palo ni de ladrillo ni un pamplina.
Es un actor mímico melancólico y flemático excelente que ve sorprendido y tranquilo como el mundo a su alrededor le pasa por encima y piensa que no debe alterarse lo más mínimo. A lo zen más o menos.
Hellín a 29 de Octubre de 2009
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