Martin Landau esta esplendido es su papel de este monstruo que se las de filántropo y le roba a una Fundación y encima le pone los cuernos a su mujer con la maciza siempre emotiva y sólida Anjelica Huston.
Esa clase social de profesionales liberales -un oftalmólogo en este caso- inflados de dineros y mujeriegos.
Burgueses despreciables e inmorales. Porque son hipócritas y despilfarradores.
En un momento determinado encarga asesinar a su amante y luego se arrepiente del crimen pero por poco tiempo.
Película muy depurada y negra con una fotografía en color densa y memorable del cámara de Bergman el maestro Sven Nykvist.
Varias tramas superpuestas sin que esta ocasión nos agobie con tantos personajes como le pasa otras veces a Woody Allen.
El guión superior y el montaje primoroso.
De 1.989 Delitos y Faltas es un obra mayor dentro de la filmografía del neoyorquino.
Es madura y amarga como la mirada de nuestro escritor cinéfilo empedernido cuando ve que a su querida Mia se la liga el productor que le ha despedido por compararlo con razón con el Duce.
Allen es un excepcional creador de diálogos jocosos y contundentes:
"Llevo sin entrar en una mujer desde que fui a visitar por dentro la Estatua de la Libertad hace años". Le confiesa a la mujer de su hermano.
Match Point que realizara en 2.005 es una segunda parte de esta magnifica cinta. No por la tematica sino por el fondo. Esta vez el detritus humano sera un trepa social. La sinvergüencería no conoce clase social.
Dejo para el final el peliculón ingles porque es de los pocos filmes que he vuelvo a ver sin esperar semanas. A continuación de visionarla le volví a dar al dvd. Pero ya les contare que todavía me quedan unas cuantas pelis que revisar del a veces muy talentoso amigo Allen.
Hellín a 19 de Octubre de 2.009
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