Mia Farrow hace el mejor papel que recuerdo.
Porque es una mujer ingenua y buena que no ama a su forrado marido pero lo aguanta porque le da un nivel de vida impresionante. Ha preferido el estatus económico al amor desinteresado y puro.
Vive en un apartamento grandioso y lujosisimo en Nueva York.
Y tiene todos los caprichos.
Es una puta bendecida porque encima se lía con un músico de jazz.
Alice es de 1.990 y me gusto mucho cuando la vi de estreno.
Ahora me parece soberbia y "fantástica".
Por ese curandero chino que mediante hierbas la va guiando. Por ese viaje astral. Por esas desapariciones. Por ese disco que gira y la hipnotiza.
Tiene momentos muy divertidos como el enamoramiento de los varones de la fiesta porque la cocinera echa en el ponche hierbajos y los machotes se pirran de la siempre atractiva y sensual Mia.
O cuando el jazzman con el que le pone los cuernos esta alta burguesa le dice que le excita un montón hacerlo con una católica tan cerrada y beata.
Una de las mejores películas de Allen.
Un notable alto. Un ocho y de esos filmes que te dejan huella.
Yo tomo la tisana medicinal del Papa Luna de Peñiscola. Me va bien. Todavía no he realizado un vuelo astral pero todo se andará. Se la recomiendo.
Hellín a 20 de Octubre de 2.009
No hay comentarios:
Publicar un comentario