A mis 50 tacos me va a acabar de gustar Sibelius.
Le tengo manía a este notabilisimo compositor finlandés.
Lo escuche bastante de joven (cuando tenia unos 20 tacos) en mi Palau de la Música de Barcelona y me cansaba. Y mucho. Le cogí fobia.
Hoy Paavo Järvi ha estado excepcional y ha tirado de su formidable orquesta de la que es titular desde esta temporada.
La Orquesta de París es buenisima.
El joven director estonio transmite muchisimo y ha llevado en volandas a sus músicos.
Parece que sus brazos que mueve con absoluta elegancia le den fuerza a los profesores a los que empuja y empuja y a los que proyecta hacia el éxtasis musical más absoluto.
El final de la Segunda de Sibelius ha sido fabuloso.
El timbalista es un fenómeno y hoy se ha ganado el sueldo a base de bien y cuando ha bajado la batuta el carismático Paavo Järvi hemos empezado a gritar algunos bravo y bravo porque la exhibición del prodigioso director estonio y de su envidiable y encomiable orquesta ha sido apoteósica y portentosa.
Un concierto bestial.
Impresionante.
Inolvidable.
Atención a la Orquesta de París si sigue al frente de ella este extraordinario director que es Paavo Järvi. Puede convertirse en una de las mejores orquestas del planeta . Es de las mas prestigiosas de Europa ya pero con Paavo Järvi puede ser una de las grandes orquestas del mundo.
El 31 de Enero la Philharmonia Orchestra. Casi nada. Tela.
La Orquesta de París le ha puesto el listón muy pero que muy alto a la legendaria formación inglesa.
De aquí a dos lunes ya les diré cual se impone en el excepcional Villegas.
La acústica de este auditorio murciano es única e insuperable. No me cansare de repetirlo una y otra vez.
Como he disfrutado esta noche.
Como nunca amigos/as melómanos/as.
Y con mi antes ninguneado Sibelius.
No me lo puedo creer.
Hellín a 23 de Enero de 2.011.
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