Mientras esta domingo me comía al mediodía una crema de garbanzos casera y unos lomos de merluza a la plancha veía a este genial pianista chileno -para mi el mejor del siglo pasado- en la caja tonta ejecutar esta magna obra beethoveniana de la que ahora en el 2.011 se cumplen 200 años de su estreno en Leipzig.
Me he fijado que la sección de contrabajos de la excelsa formación sinfónica que no he podido identificar constaba de 8 profesores y no me ha dado tiempo a contar el resto de músicos del resto de las secciones de las imprescindibles maderas -chelos, violas y violines- y estamos hablando de una composición orquestal de principios del siglo XIX.
Con tres contrabajos como se ha quedado la brava y profesional Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia no vamos a ninguna parte. Ya me dirán que margen de maniobra tiene la OSRM y el que la dirija.
Sufrimos un cambiazo el pasado viernes en el programa que no ha sentado nada bien por cierto a los abonados con los que hable el otro día in situ en el Villegas. Estaban estupefactos. Brahms por Weill es como si pido una ración del excelso Joselito y me ponen un plato del comestible Argal.
Mal lo va a pasar la OSRM lo que le queda de temporada y los directores tanto el titular como los invitados pues calculen. Los aficionados tragaremos y callaremos. No nos queda otro remedio.
Me temo que se producirán mas cambiazos.
Yo por lo menos por el facebook me puedo ir enterando de lo quieran endosarnos. Llegare ya mentalizado al Villegas. Cabreado pero mentalizado.
No quiero parecer pesado ni reiterativo pero a una buena orquesta sinfónica como es la OSRM se la puede hundir y en poco tiempo si se mantiene la nefasta política que se lleva con ella en estas dos últimas temporadas.
Había muy poca gente en este pasado concierto de la OSRM y si esto sigue así nos vamos a quedar como me encuentro yo a veces cuando subo a Albacete a algún buen concierto sinfónico: 200/300 personas eramos hace unos meses viendo a la excepcional Orquesta de Bacau en el excelente Auditorio del Palacio de Congresos de esta ciudad en un programa de abono de la SOCA y eso que solo me costo 15 euros tan extraordinario exhibición de los maravillosos músicos rumanos.
Albacete no cuenta con una orquesta sinfónica estable con un ciclo regular de conciertos y el público melómano no es que se haya mantenido es que ha disminuido en Albacete y de manera alarmante.
Tal vez se pretenda vaciar el Villegas de aficionados y así justificar por falta de rentabilidad artística y por encima de todo económica la desaparición de la estupenda pero disminuida OSRM.
Estoy escribiendo y oigo lamentarse en Radio Clásica a la hija única de Joaquin Rodrigo de lo poco que se apuesta por la música en general y por nuestra música y por nuestros músicos en particular en nuestra inculta España.
El 4 de Marzo lo comprobaremos con los Sueños de invierno del genial ruso su Primera Sinfonía.
Lo de otro posible cambiazo
Que Chaikoski suene en nuestro Villegas.
Esperemos.
Hellín a 20 de Febrero de 2.011.
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