sábado, 12 de febrero de 2011

FRANCAMENTE NO ME MOLA NADA QUE ME CAMBIEN LA PRIMERA DE BRAHMS QUE ME GUSTA TANTO POR LA PRIMERA DE WEILL: PAGO POR VER A MESSI Y NO A UN SEGUNDON.

Brahms es una de mis debilidades. Desde muy joven. Desde que con 20 tacos iba a mi Palau de la Música de Barcelona. Ahora tengo 50 años pero cada vez me gusta mas Brahms.

Su ciclo de las 4 sinfonías que compuso tras varias décadas de abnegada reflexión musical y personal son uno de los corpus artísticos mas excelsos nunca creados por ningún ser humano.

Para mi el bueno de Brahms solo tuvo la tragedia de nacer después de Beethoven y como este último culmino el sinfonismo con sus 9 magistrales sinfonias Brahms "solo" pudo (re) culminar lo que su admirado predecesor dejo para la historia de la música como algo insuperable e irrepetible.

Por lo demás el fabuloso Johannes Brahms es uno de los mas grandes de los grandes compositores y es muy querido por los melómanos del todo el planeta y con toda la razón del mundo.

Valga esta pedante introducción para mostrar mi malestar y cabreo por eliminar del próximo concierto de nuestra Orquesta Sinfónica Regional de Murcia (OSRM) la Primera de Brahms.

Este próximo viernes 18 de Febrero nos vamos a encontrar sin comerlo ni beberlo sin esta impresionante sinfonía los abonados y aficionados y melómanos que acudamos al Villegas.

Yo por lo menos lo voy a saber antes de sentarme en mi localidad. No me va a pillar de sorpresa.

Eso no se hace porque al fin y al cabo cuando uno compra un abono que reconozco que no es caro uno firma un contrato con la otra parte y no es de recibo darnos este sinfonazo tan alevoso y traicionero. Yo si mi operadora de Internet me garantiza una velocidad en la conexión me la tiene que respetar o sino que no se ponga medallas publicitarias a mi costa porque yo ese servicio comprometido lo pago y en exceso y se lo exijo.

Algo me mascaba yo.

Uno lleva muchos años como viejo aficionado que soy en esto de seguir orquestas sinfónicas y francamente con una tan disminuida OSRM como ha quedado después de los injustificados despidos veía muy difícil (imposible) afrontar no solo la monumental y maravillosa Primera de Brahms -la estoy precisamente escuchando ahora en la versión excelente de la integral del sello Brilliant que les recomiendo compren si les falta en cdteca- sino diversas obras programadas en esta negra y difícil temporada para mis amigos músicos de la OSRM

Un Director de orquesta no es un mercader o un tendero que pueda ir quitando de aquí y poniendo de allí porque una formación sinfónica es como un cuerpo y no puedes si le amputas una pierna obligarle a correr una maraton porque la Primera de Brahms que tanto tiempo tardo en componer mi idolatrado compositor alemán es además una sinfonia cumbre virtuosistica y genial y no cualquier obra que puede ser sustituida y encima por lo que nos quieren endosar el próximo viernes con todos mis respetos hacia el notable Kurt Weill.

Me fastidia aún mas porque además a nuestra abandonada por los políticos OSRM se le da muy bien Brahms.

La Cuarta -creo que fue la Cuarta que dudo- que le escuche la temporada pasada a la OSRM por el maestro Rodilla no le tuvo nada que envidiar a la que nos ofreció unos días antes en el mismo Villegas la que esta considerada con toda justicia la mejor orquesta sinfónica del momento.

Lo mismo despues del concierto para piano de Saint-Saëns me salgo del Villegas este viernes y me vuelvo para Hellín.

No me apetece para nada ser complice como espectador de semejante escandaloso cambiazo injustificable en un programa de temporada de abono que ya estaria cerrado supongo hace meses o años.

Que me cambien el concierto para orquesta de Bartok vale pero por una sinfonía de Brahms como paso la temporada pasada. No estuvo bien pero lo admito y lo puedo aceptar. No salgo perdiendo. Este próximo viernes salgo perdiendo y mucho como abonado y por encima de todo como modesto pero terco aficionado a la música sinfónica desde hace tres décadas.

Ya vere lo que hago porque tengo buenos vecinos en mi fila del Villegas a los que aprecio despues de tiempo de convivencia musical con ellos y con los que me gusta departir despues de los conciertos y tampoco quiero darles un disgusto o que me vean como el bicho raro reivindicativo cultural que en el fondo y en la forma sigo siendo y seguire siendo.

Insisto músicos de la OSRM los abonados y los aficionados y los melómanos que os seguimos y os admiramos hace años y años os apoyamos en vuestras reivindicaciones laborales y salariales y no os desaniméis nunca y si consideráis que debéis hacernos llegar vuestras demandas económicas y profesionales pues estáis en vuestro derecho de hacerlo y como ex sindicalista que fui contar conmigo para lo que sea incluida alguna caña solidaria (alguna me he tomado hace ya mucho tiempo por cierto con un gran solista de la OSRM liquidado y con otros jovenes músicos de la misma) en las proximidades del Auditorio que al paso que llevamos va a parecer ser mas una conflictiva factoría industrial automovilistica al uso que un remanso de paz y de relajamiento espiritual que es lo que debe y debería ser siempre una sala de conciertos.

Digo yo.

Hellín a 12 de Febrero de 2.011.

3 comentarios:

Tatharmith dijo...

Pues debería haber leído este comentario porque yo compré la entrada en Enero precisamente porque interpretaban esa obra y nadie de la organización se dignó en enviarme un SMS o mail para avisarme, simplemente llegué allí el viernes y me di cuenta del cambiazo en el programa de mano. Lo cierto es que después se me pasó el cabreo porque el concierto lo disfruté muchísimo, incluida la Sinfonía de Weill, pero coincido en que es una falta de respeto al público realizar estos cambios sin ningún tipo de justificación, en todo caso preferiría un "obra a determinar" y así al menos uno iría a la aventura de la obra incógnita sin ir pensando en el coche durante una hora de desplazamiento que va a escuchar a Brahms. ¡Saludos!

Tatharmith dijo...

Pues debería haber leído este comentario porque yo compré la entrada en Enero precisamente porque interpretaban esa obra y nadie de la organización se dignó en enviarme un SMS o mail para avisarme, simplemente llegué allí el viernes y me di cuenta del cambiazo en el programa de mano. Lo cierto es que después se me pasó el cabreo porque el concierto lo disfruté muchísimo, incluida la Sinfonía de Weill, pero coincido en que es una falta de respeto al público realizar estos cambios sin ningún tipo de justificación, en todo caso preferiría un "obra a determinar" y así al menos uno iría a la aventura de la obra incógnita sin ir pensando en el coche durante una hora de desplazamiento que va a escuchar a Brahms. ¡Saludos!

narciso dijo...

Pues no va a ser el ultimo sinfonazo. Con tampocas maderas ya me contaras. Solo 3 contrabajos.