De manera sabrosa, sana y variada.
Ir ampliando los platos.
Si tienes dominado una veintena de ellos puedes comer bastante bien.
Un truco para no caer en la monotonía es cocinar bastante cada vez y congelar siempre que usemos productos frescos que es lo recomendable y no mas caro. Los congelados tienen su utilidad innegable pero menos sabor siempre.
Es lo que aconseja mi paisano hospitalense Ferra Adriá. Dedicar una mañana a la semana a cocinar de manera masiva.
Si tenemos porciones de reserva en la nevera podemos tirar de ellas cuando no nos apetezca meternos en la cuina.
Yo me guió mucho de magnifico Digital de la Mancha y de sus a veces sencillas y practicas recetas.
Un bacalao con tomate y pimientos o unos tomates rellenos o una pasta con ajo.
Tampoco la cocina de nuestras veneradas madres es tan variada.
Es corta pero preparada a conciencia.
Cocciones antes largas aunque ahora con la maravillosa inducción nos ahorramos muchisimo tiempo y limpieza.
Complicado de todas formas comer bien en una sociedad de prisas y horarios laborales absurdos.
Yo siempre ataco los fogones escuchando música culta a poder ser.
Radio Clásica siempre esta puesta en mi pequeña modesta calvinista cocina vpo aunque ahora me han recolocado a mi querida Eva Sandoval y no acabo de encontrarla en el dial a esta joya de colaboradora musical de la emisora pública.
Rossini y sus tournedos y sus macarrones.
Musica y gastronomía maridan.
Sexo y gastronomía idem
Música y sexo pues igual.
Las tres cosas juntas mas difícil lo veo.
Cuando escucho la prodigiosa y movida Obertura de Guillermo Tell me acuerdo de la Naranja Mecánica del añorado Kubrick y el memorable menage a trois entre el gamberro Alex y las dos zanganas que se liga en la cutre tienda de discos. Me imagino que al final de agitado multicoito se irían a cenar el joven trio un rico plato de pasta italiana tal vez una receta del genial compositor de Pesaro:
Hellín a 29 de Septiembre de 2.011.
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