No tiene color.
La sala donde tocaba la OCB es inigualable y única. Inaugurada en 1.908. Fundada en 1.967 la Orquesta Ciudad de Barcelona estuvo en el Palau hasta finales de los 90 en este espacio lleno de magia y con el mejor público que conozco. El mas entendido y el mas exigente y el mas borde. Una maravilla sentarte es esta joya modernista y disfrutar con Stravinsky, Bartok, Ravel, Shostakovich, Mahler además de los clásicos de toda la vida los Haydn, Mozart y compañía. Unas 8 temporadas estuve acudiendo los domingos a los añorados conciertos matinales. El Palau con luz natural gana muchísimo por sus vidrieras y más después de la acertada ampliación de Oscar Tusquets. . Les recomiendo acudan a estas sesiones o a las de las 19 h cuando llega el verano en el mes de Junio. Se siente algo especial. Desde luego si tienen pendiente la visita guiada a este edificio que esta declarado Patrimonio de la Humanidad insisto la hacen por la mañana. Las filas que ven pegadas al majestuoso órgano en la espectacular fotografía de arriba me gustan mucho para seguir un concierto. Allí estaré el próximo miércoles santo viviendo una Pasión Según San Mateo que se presenta memorable por el director y el grupo. Estas justo encima de la orquesta y ves al director de cara dirigir si te sientas en una gradería de estas que les indico.
Ahora la antigua OCB como OBC esta en las horrorosas Glorias barcelonesas en ese adefesio de plaza y de auditorio aunque la sala sinfónica sea esplendida la orquesta que es la continuidad de la mencionada Orquesta Ciudad de Barcelona languidece y encima se ve obligada como hoy domingo a interpretar la Primera de Beethoven y la Primera de Brahms en un programa de enorme calidad sinfónica pero a todas luces minimalista para una formación que debe tener una plantilla de un centenar o más de profesores.
Recortes presupuestarios la obligan a abordar preferentemente el repertorio del XIX o anterior. Recuerdo haber leído al gerente de la OBC que así se ahorran pelas en derechos de autor si interpretaban en cambio mayoritariamente compositores del siglo XX que incluyen como no podía ser menos como Mahler y Shotaskovich pero sorprende la preponderancia del obras del siglo XIX o antes.
Hablando claro y sin rodeos que le pasa mas o menos lo mismo aunque con evidentes diferencias que a la actual OSRM con el doble o más de miembros y con un presupuesto que debe ser 3 o 4 veces mas que el de la orquesta regional murciana que por cierto es ridículo antes y mas ahora después de los tijeretazos de la consejería.
Surrealista situación. Es como tener un Ferrari que te ha costado un riñón y que no puedas pasar de los 120 km cuando el bólido puede ir a 300.
Como les he comentado en otros artículos suelo seguir a las formidables orquestas madrileñas por Radio Clásica.
Programan mucha obra sinfónico/coral/vocal y compositores de finales del XIX y del XX sin desdeñar el siglo XVII.
Suenan estas orquestas y sus coros de la capital de España poderosas, briosas y enormes. Sus abonados y seguidores pueden gozar del gran repertorio que era al que yo tenia acceso en mi etapa ya muy lejana del Palau allá en la década de los 80 del siglo pasado.
Sin complejos y a tope estos orquestones madrileños son dirigidas por maestros de la batuta de leyenda como esta misma mañana Frühbeck de Burgos a la OCNE y hace pocas fechas Lopez Cobos.
Lo mismo pasa con la OSRTVE y con la excelente orquesta de la Comunidad de Madrid.
Los solistas de los mejores de los mejores. Y los precios benévolos para la calidad con importantes descuentos para abonados. Las orquestas extranjeras de prestigio como en Barcelona entradas cercanas a los 200 euros una platea en el Auditorio Nacional. Lo veo bien. El que puede que se las pague. A la Administración lo que debemos exigirle es cultura de de calidad reitero a precios civilizados y populares porque nosotros los ciudadanos cuando vamos a un concierto pagamos dos veces. La primera porque con nuestros impuestos se monta lo que vamos a oír y la segunda vez cuando pasamos por taquilla. La cultura por lo tanto no es barata nunca pero si que debe ser accesible para las clases sociales no ya bajas sino medias asalariadas que somos la inmensa mayoría o eramos antes de la dichosa crisis económica.
Triste situación de la música culta en España salvo por lo que atisbo en Madrid aunque la procesión pueda ir por dentro.
Habrá que hacer de vez en cuando una visita mas a menudo a nuestra capital.
Alguna parada antes de llegar. El Prado en una hora. Idem el Reina Sofia y el Tyssen y por la tarde o la mañana un conciertón sinfónico/vocal/coral como los que de joven me cascaba en mi eterno y querido Palau. Eso si el bocadillo de calamares de El Diamante indispensable y unas tajadas de bacalao de El Labra inevitables. Si quieren reventar comiendo se van a El Boñar -al ladito del Ministerio de Justicia- y que Dios les coja confesados. Aviso.
Hellín a 22 de Enero de 2.012.
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