sábado, 11 de octubre de 2008

¿QUE PASA EN CATALUÑA? ALBERT BOADELLA OTRO POLACO EN LA CORTE Y VILLA MADRILEÑA. LAMENTABLE PERSECUCIÓN DE LO ESPAÑOL QUE ES LO CATALAN.UNA PENA.

Albert Boadella sonriente -la procesión va por dentro- que acaba de ser contratado por la Comunidad de Madrid como Director del Teatro de Canal de Isabel II y de El Escorial. Alucinante situación. Una caza de todo lo que huela a castellano y español en la antes abierta Cataluña. El enanismo mental del tripartito.

Me he quedado de piedra. Estaba cenando unas excelentes y económicas chuletas de aguja acompañadas de un potente vino de mesa de Albatana -sabroso, de alta graduación y muy oscuro- y veo en INTERECONOMIA a un relajado Albert que nos habla de sus proyectos madrileños y que en Barcelona es mas o menos que un apestado.

Su tierra que es la mía y que con las veces que he visto a su compañia, Els Joglars, en la ramblera calle Hospital en el Romea, con enorme éxito de público, por cierto, que ahora este talentoso artista bufón/payaso, se deba ir porque el nacionalismo oportunista lo tiene sentenciado, me produce vergüenza y vómitos mentales, pero no extrañeza.

Personaje polémico y provocador Boadella pero valiente e iconoclasta. El último montaje que vi de él en Chinchilla con el gran Ramón Fontsere sobre la tauromaquia me demostró que está en plena forma el barcelonés.

Mal camino lleva la antigua plural Barcelona.

Su grandeza siempre estuvo en que fue acogedora y tolerante. Y que en ella el origen era lo de menos y lo que importaba era lo tu podías aportar. Los tiempos de los Ocaña, MVM, Nazario, Bigas Luna, el mismo Boadella, Eduardo Mendoza y Juan Marse, bilingües y tan catalanes como españoles, ha dado paso a los que quieren enterrar lo que es también catalán, porque una lengua como el castellano ha enriquecido al catalán y ninguna de los dos se entiende allí sin la otra y las dos son españolas y propias.

Lo hará bien Boadella en Madrid.

Y allí triunfan los catalanes.

El empobrecimiento es no aprovechar lo bueno que tienes a tu alcance y obligar a que emigren, aunque lo sean de lujo, porque prevalece el sectarismo y el fanatismo, ciudadanos que opinan libremente y encima de manera sensata y civilizada.

Mal asunto.

Y con mal futuro. Nefasto el nacionalismo porque siempre es excluyente. Y los peores los recién llegados al corral.

Hellín a 11 de Octubre de 2.008.



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