He estado esta mañana de este tórrido miércoles de final de Julio en el Palau Robert de Barcelona. No tiene perdida.
Esquina Diagonal con Paseo de Gracia.
Les recomiendo entrar por los Jardines porque son excepcionales. Frondosos y exuberantes. Maravillosos.
El motivo de mi visita a este palacio es una buena exposición que celebra el décimo aniversario del nuevo Liceo.
Una sala mítica el Liceo que va para los dos siglos que se ha abierto al pueblo sensible y que se puede ver todos los días a las 10 de la mañana con un guia incluido su exclusivo hasta hace poco Circulo. El legendario picadero de los burgueses catalanes hablando claro amigos.
Alguna opera y concierto me chupe desde el gallinero del viejo Liceo. Sin visión y me quede dormido. Lo reconozco.
Alguna opera y concierto en el nuevo Liceo he disfrutado desde mejores localidades. Gracias a unos abonos de mi hermano. De gorra hablando claro. También tuve un abono en platea pero no lo renové.
No soy operístico salvo las operas de mi idolatrado Mozart. El mayor genio juvenil de la historia de la música con permiso del papa Bach. Esta temporada 2.009-2010 intento en el Villegas de Murcia pillar entradas para una a priori muy interesante Flauta Mágica que esta montada por los Comediants y producida por el Liceo de Barcelona y tocada por la buena OSRM.
Son muy largas las operas y lo que mas me gustan de ellas son los decorados y con diferencia.
El verismo me aburre.
De Wagner me gusta su música tan espectacular. Sus historias son idiotas y absurdas y hasta racistas.
Las operas de Haendel y Haydn y del pionero Monteverdi no son operas en sentido estricto.
Son oratorios profanos.
Mozart es caso aparte. Compuso operas operas y con el genero culmina. Lo posterior puede estar bien pero nunca supera al genio austriaco.
Y además cuesta mucho mas cantar estas últimas obras mozartianas -por su endiablada apoyatura y colatura- mucho mas que las pesadas arias decimonónicas que los que no son buenos aficionados suelen tener en su vehículo y con las que te torturan cuando tienes la desgracia de acabar con estos plomos de copilotos.
Le doy la razón al maestro Kraus.
La ópera es un género cerrado. Acaba en el siglo XIX. Y punto.
Lo posterior tampoco es opera.
Podrá estar mejor o peor pero no es opera.
Una recomendación gastrónomica si se animan a hacer la visita liceistica. Como es a primera hora de la mañana desayunan en Pinotxo, en la Boqueria cercana. Debe ser el bar mas famoso del mundo para picar después que Ferra Adria, mi paisano, dijera que iba allí todas las mañanas a departir con su amigo Joan -todo un personaje- y cascarse unos morros o lo que le apeteciera.
Cuando salgan del Liceo se dan un voltio por las Ramblas, el Port Vell y la Barceloneta. Hacen tiempo. Mucho que ver.
Al mediodía - ha desaparecido una sensacional tasca que estaba al ladito del ahora gugen mercado de la Barceloneta- vuelven al Liceo. En la calle San Pablo -la que hace esquina- pueden almorzar bien de precio en el modernista y bien conservado comedor de Domenech i Muntaner del Hotel España.
Barcelona a pesar de sus políticos pega fuerte a nivel turístico. En plena crisis mas visitantes que nunca. Las calles llenas de turistas. Una ciudad excepcional. Mi ciudad. Viví al lado de las Ramblas dos largos años. El mejor antidepresivo que conozco. De verdad amigos y amigas.
L´H a 28 de Julio de 2.009
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