La ví hace muchos años.
Los visitantes me pareció entonces excelente. Me acordaba de secuencias concretas. Y de esos acordes de Bach de su música para laúd con imagenes de una chimenea.
Unos desequilibrados que habían encontrado en la guerra de Vietnam su hábitat apropiado para cometer salvajadas como asesinar y violar a una joven van la busca de quien les delato y paradogicamente otra violada -la compañera del delator cívico- por uno de los psicópatas tiene un padre que cojea del mismo pie que estos detritus humanos a los que la guerra no enfermó, repito, sino que ya iban muy enfermos a una guerra, lo que es diferente y allí se aprovecharon para cometer tropelías sin fin.
Es un peliculón.
Elia Kazan un notable escritor domina la técnica cinematográfica como nadie.
Es cierto que a partir de los 60 rodó poco y escribió más -novelas notables como Los asesinos- pero demuestra que lo importante es decir lo que quieres con cuanta mas economía de medios expresivos mejor.
Sin ostentación y con sequedad este progresista director con tan mala prensa progre -fue un delator de comunistas y en que ha quedado hoy día el comunismo pregunto ingenuo- nos da una lección de gran cine.
Decir que James Woods es unos de los mejores actores americanos de las tres últimas décadas es algo obvio.
Se encuentra sin problemas en la mula esta vieja cinta.
Un notable alto muy alto.
Hellín a 13 de Julio de 2.009
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