lunes, 22 de diciembre de 2008

25 AÑOS SIN JOAN MIRO:TODOS SUS MARAVILLOSOS COLORES LOS DESCUBRIO EN MONT-ROIG DEL CAMP. LLEGO CON 18 AÑOS MUY ENFERMO Y REGRESO A BCN ARTISTA. UNICO

En 1919 con 26 años Joan Miró pinta Poble i Església de Mont-Roig que pertenece a la colección de María Dolors Miró. Sobre el cuadro asevera el autor: "Lo que hay que hacer es pintarlo". Le dice en una Carta a J. Rafols antes de llevarlo al lienzo. Prodigiosa paleta. Un genio universal. Mi pintor preferido. Infantil, ingenuo, humano, pagés, solidario, introvertido, frágil y muy vital. Catalán y español.

Les recomiendo si cruzan la costa tarraconense se desvíen por la carretera nueva y se acercan a Mont-Roig del Camp. A unos cuatro kilómetros. Dejarán a su derecha el Mas de los Miró que ojala se salve de la picota -esta protegido por la Generalitat pero...nunca se sabe- y sea un Centro de Interpretación del fabuloso artista catalán, español y universal.

La vista que se tiene de este peculiar pueblo en un día de luz mediterranea es parecida a lo que reflejó con su fauvista estilo el veinteañero joven hijo adoptivo de una villa que debe su nombre a los rojos colores del Santuario cercano que también divisarán.

Se van directos a este lugar venerado y sagrado.

Luego a partir de las 11 en la Iglesia Vella el Centro Miró -ver horarios en la red- muy pedagógico. Reproducciones de cuadros hasta el 1.924. Año del giro copernicano de este creador hacia la abstracción más galáctica y constelar imaginable. Irrepetible.

Dos audiovisuales en catalán con subtítulos en castellano, no se asusten. Aunque los textos que acompañan las obras expuestas, reproducciones repito salvo un bello tapiz, están en catalán les facilita la atenta encargada un buen folleto en castellano y cualquier duda esta mironiana de pro se las aclarara con su exquisita educación.

Amiga aunque Cataluña sea vista con cierta aprensión en el resto de España siempre es admirada en el fondo y también a veces algunas actitudes de alguna gente de este país, terminologia planiana, le dan la razón a sus oportunistas detractores.

Después de casi una hora y media de visita y charla les recomiendo que hagan como yo y que le den una vuelta a esta Iglesia -excelente lugar para un Museo- y observen los huertos que desde la cercana plaza siguen cultivados con un aparente desorden ordenado.

Los pintó Miró con destreza y cariño 90 años antes.

A la salida de este peculiar pueblo -tan cerca del mar que se divisa tan cercano y con un accidente geográfico como la montaña roja- un incidente automovilistico menor y señy y nada de rauxa.

Un susto y mi consejo que no se despisten nunca al volante que les puede ir de mucho o de casi nada como en mi afortunado caso.

Verán dos cuadros con historia en este Museo mironiano que les he señalado en su ciudad de adopción.

Un autorretrato que Miró le regala a Picasso como señal de la buena acogida que le dispenso en París donde tanta penurias paso el menudo Joan Miró.

Y otro -una gitana de campeonato- que le compro el malagueño.

Si Miró hubiera muerto después de pintar el mítico La masia seria un grande del siglo XX.

Su lógica evolución posterior lo convierte en un de los mayores artistas que ha parido mujer nunca.

7 décadas de creación constante.

Tapices, cerámica, murales.

Su luminosa Fundación en Montjüit. Del gran Sert, el arquitecto.

Olivos, vides, algarrobos, tomateras, palmeras, cañizos y el azul verdoso de la mar.

El poder telúrico de la Naturaleza. Esa fue el alma de Joan Miró. El pintor mas ecológico y ecologista.

L´H a 22 de Diciembre de 2.008.

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